Redacción (ALN).- Ni es sultán, ni se llama Bin Khalid al Saud. El colombiano Anthony Gignac nunca fue un príncipe de Arabia Saudí como hizo creer sino un estafador. Ha sido detenido y se enfrenta a una pena de 10 años de cárcel.
Anthony Gignac nació en Bogotá, pero se hizo pasar durante 27 años por un príncipe saudí. Según cuenta Notimérica citando al periódico El Nuevo Herald, se hacía llamar “sultán Bin Khalid Al Saud”, vestía ropa de las marcas más caras del mundo, conducía todo tipo de vehículos de lujo con placa diplomática y mostraba orgulloso una vivienda valorada en casi un millón de dólares. Sin embargo, Gignac nunca fue un príncipe de Arabia Saudí sino un estafador que montó una enorme trama durante casi 30 años en busca de negocios. Ahora cayó preso en Estados Unidos. Según Notimérica, detrás de su vida de opulencia y su falso título nobiliario se ocultaba un esquema de fraude en Miami (EEUU), que incluyó la quiebra de tiendas de Bal Harbour y Cocowalk, grandes deudas en el prestigioso hotel Grand Bay y engaños a agentes de American Express. A pesar de que ha sido detenido en tres ocasiones, entre 1994 y 2006, por delitos como suplantar a un diplomático extranjero e intento de fraude bancario, las autoridades le perdieron el rastro durante una década hasta que reapareció en 2017 en Miami, año en el que intentó timar a varias personas con la promesa de invertir 600 millones de dólares en el sector hotelero. Tras meses de investigación, el estafador colombiano fue detenido en Nueva York el pasado noviembre por una orden de arresto de un jurado de Florida. Se enfrenta a una pena máxima de 10 años de prisión.