Daniel Gómez (ALN).- Twitter perdió un millón de usuarios activos en un mes. Y con este goteo continuarán un tiempo. Lo asegura la propia empresa, inmersa en una criba de cuentas tóxicas para mejorar el contenido de una red social incapaz de enfrentar a las populares YouTube, Snapchat y, sobre todo, Instagram.
El declive de Twitter preocupa. No morirá. Pero cada vez es más insignificante. Este baño de realidad se recrudece tras la publicación de los últimos resultados. A pesar de sumar beneficios récord, la red social mostró una preocupante caída de usuarios. Eso no les gustó a los analistas.
El 27 de julio de 2018 fue el lunes negro de Twitter. La empresa cayó 20% en la Bolsa de Nueva York después de publicar las cuentas del primer semestre. Ganó 161 millones de dólares, lo cual es positivo si se compara con las pérdidas de 178 millones registradas en el mismo periodo de 2017. Tan positivo que este resultado es el mejor en la historia de la compañía.
El problema, no obstante, es la pérdida de usuarios. En el primer semestre la red social contabilizó 335 millones de cuentas activas. Un millón menos que en mayo, cuando la compañía se lanzó a bloquear las cuentas falsas que contaminaban su web.
Si bien es cierto que la criba de Twitter tiene efectos positivos para la red social, como menor contenido tóxico y estadísticas más personalizadas, preocupa que pierda tanta gente en un solo mes. Sobre todo, cuando la crítica que ha acompañado a la empresa desde que salió a Bolsa en 2014 es que le cuesta ganar usuarios.La apisonadora de Instagram
Y le cuesta ganar usuarios porque plataformas como YouTube, Snapchat y, sobre todo, Instagram, cuentan con un poder de seducción mucho mayor. Esta última, comprada por Facebook en 2012 por 1.000 millones de dólares, es la red social del momento. La que usan todos los influencers: desde celebrities hasta líderes de opinión.
En junio de 2018, Instagram anunció que superó los 1.000 millones de usuarios activos. Aún está lejos de su padre Facebook, que tiene más de 2.200 millones. No obstante, su potencial asusta. Cuando Marck Zuckerberg la compró apenas suponía 20% del ingreso de Facebook. En apenas cuatro años, ha duplicado su crecimiento y significa 40% del negocio.
El modelo de Instagram parece invencible. Lo que comenzó siendo una plataforma de fotografía profesional para amateurs, se ha convertido en todo lo que un adicto a las redes sociales necesita. Tiene un cuidado espacio para imágenes. Innumerables filtros. Chats. Historias instantáneas útiles para influencers y periodistas. Se atreve incluso a enfrentar a YouTube con la nueva funcionalidad de Instagram TV.
El futuro de Twitter
Twitter, fundada en 2006, se hizo famosa por la posibilidad que ofrece a los usuarios de publicar mensajes instantáneos. La red social convirtió en reporteros a muchos anónimos que tuvieron la oportunidad de presenciar un hecho destacado y compartirlo con sus móviles.
Ese impulso inicial se fue perdiendo con el tiempo. El anonimato y la espontaneidad que daban esos usuarios se tornaron en una imagen mucho más artificial. Corporativa. Sólo hay que ver cómo todas las grandes empresas tienen cuenta de Twitter. Más que nada, para vender sus productos. Lo mismo hacen los políticos y los empresarios con sus decisiones. Eso no es negativo siempre que no se convierta en lo habitual. Pero en este caso ocurrió así. Y por eso aburre.
Twitter se anotó el mejor resultado de su historia en el primer semestre de 2018
Otro problema, el gran problema, según Jack Dorsey, fundador y consejero delegado de Twitter, es la cantidad de cuentas falsas que inundan la red social. “Hemos sido testigos de abusos, hostigamiento, ejércitos de trolls, manipulación a través de robots y campañas de desinformación que cada vez dividen más a la gente. No estamos orgullosos de cómo las personas han aprovechado nuestro servicio ni de nuestra incapacidad para abordar estos problemas lo suficientemente rápido”, dijo en un hilo de su red social.
Tras este ejercicio de sinceridad, Dorsey se puso manos a la obra. Ahora Twitter elimina todo el contenido tóxico que detecta en su plataforma. Eso le llevó a perder esos millones de usuarios, y le llevará a seguir perdiendo “otros millones más” en los próximos meses, asegura la empresa.
Respecto a la cotización, desde septiembre de 2017, Twitter venía en auge. Los inversores confiaban en su resurgir. En el impacto positivo que tendrían para la red social funcionalidades como los hilos, así como el aumento del espacio de caracteres. Tanto fue así que el 6 de julio de este año, el precio de la acción se situó en 46,6 dólares. Desde el 25 de abril, cuando cotizó a 50 dólares, sus títulos nunca habían estado tan altos.
Al momento de escribir esta nota, las acciones de Twitter se cotizan a 32 dólares en la Bolsa de Nueva York.