María Rodríguez (ALN).- La plaza de Las Ventas de Madrid acogerá en estos festejos de mayo a cinco toreros y novilleros de México, Perú y Venezuela. Y es que, “en el mundo del toro, no podemos hablar de dos regiones: Iberoamérica es una”, afirma el experto taurino William Cárdenas.
Los lazos entre América Latina y España también están presentes en los toros. “La vinculación es fuerte y viene de lejos”, constata al diario ALnavío Manolo Molés, reconocido periodista taurino que ejerce su profesión tanto en España como en México, Colombia y Ecuador. William Cárdenas, experto venezolano en tauromaquia, va más allá: “En el mundo del toro, no podemos hablar de dos regiones diferentes. La Iberoamérica donde se crea la tauromaquia es una misma región desde hace más de 500 años”, sentencia.
Ambos, Molés y Cárdenas, no se perderán la Feria de San Isidro (patrón de Madrid), que se celebra estos días en la capital española. Tampoco faltará, como ya viene siendo habitual, una representación de toreros y novilleros procedentes del otro lado del Atlántico. Se trata, en esta edición, de los mexicanos Leo Valadez (novillero) y Joselito Adame (torero), los toreros peruanos Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós -que tomará la alternativa en la Feria- y el novillero venezolano Jesús Enrique Colombo, que será presentado por primera vez en la Plaza de Toros de Las Ventas.
En Colombo es en quien “tiene puestas sus esperanzas la Venezuela taurina”, explica Cárdenas
Precisamente en Colombo es en quien “tiene puestas sus esperanzas la Venezuela taurina”, explica Cárdenas al diario ALnavío. “De su triunfo puede depender mucho de lo que venga para rescatar la fiesta de los toros en nuestro país en un futuro próximo”, señala.
Por otro lado, el experto taurino explica que la Feria de San Isidro es “la cátedra donde se revalidan los éxitos de los toreros, por ser la Plaza de Las Ventas de Madrid la más importante del mundo”. En este sentido, “para los toreros americanos o de cualquier otro país es la que te quita el sueño, porque de un triunfo o del fracaso, en muchos casos, depende toda tu carrera taurina”, insiste William Cárdenas.
Molés, por su parte, apunta que, en esta edición, la Feria acogerá a más de un millón de aficionados. Además, cita que, en España, los taurinos declarados superan los ocho millones.
En 2016 los tintes latinoamericanos de la Feria los trajeron los mexicanos Octavio García “El Payo”, Diego Silveti y Luis David Adame, el colombiano Juan de Castilla y los dos peruanos que también acudirán a la plaza en esta edición.
Las Ventas, “para los toreros americanos o de cualquier otro país, es la que te quita el sueño”
Ante el plantel latinoamericano de este año, al que se suman, aparte de españoles, toreros franceses y portugueses, Simón Casas, nuevo empresario de la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid, declaró: “En el momento actual, creo que hay que universalizar la fiesta en la primera plaza del mundo”. Lo hizo en una reciente entrevista en el diario ABC, donde también apuntó que esa globalización en los festejos le “motiva mucho”: “Aporta variedad y atrae público”, insistió.
Casas, de origen francés y al que le gusta ser llamado “productor de arte” como refleja la prensa taurina en España, se hizo, junto a la compañía Nautalia, con la concesión de la Plaza de Las Ventas para este 2017. Un día antes de que arrancase la Feria de San Isidro el pasado jueves 11 de mayo, el empresario declaró que esperan llenar el coso madrileño 20 tardes de los más de 30 festejos programados.
Así empezó la relación taurina entre ambas regiones
Los lazos taurinos entre Europa y América empezaron con la importación del toro bravo a tierras mexicanas en el siglo XVI. “Y desde ahí hasta la presencia del peruano Andrés Roca Rey, la promesa más importante del toreo de hoy, el viaje de ida y vuelta ha sido constante”, relata Cárdenas.
El experto insiste, además, en que este mundo vincula a numerosas personas y disciplinas “que han navegado en las aguas a uno y otro lado del Atlántico para intercambiar experiencias y conocimientos. Y digo navegado, porque esta actividad, hasta bien entrado el siglo XX, siempre se produjo por la navegación transoceánica”, matiza Cárdenas.
“En España, hay más de 500.000 hectáreas dedicadas a la cría del toro bravo. En México ocurre otro tanto, con fincas más extensas”
En términos económicos, ¿qué significa? “Un importante trasvase de recursos y de esfuerzos empresariales, traducidos en el desarrollo de ganaderías, compra de fincas de miles de hectáreas, ferias, publicidad, miles de empleos… Estos son valores tangibles que han nutrido la relación entre España, Portugal y el resto de los países taurinos iberoamericanos”, explica Cárdenas y da un dato: “En España, hay más de 500.000 hectáreas dedicadas a la cría del toro bravo, la semilla y germen de la fiesta”. “En México ocurre otro tanto, pues las fincas para la cría del toro, aunque menos numerosas son más extensas”, puntualiza.
Por otro lado, en Ecuador, Perú y Colombia, los festejos populares relacionados con la tauromaquia “supone miles de espectáculos anualmente, con un impacto económico y social casi incuantificable”, señala el experto taurino.
Molés, por su parte, explica que, para el desarrollo de la afición taurina, juega un papel importante que haya crianza del toro en el propio país. Es decir, en Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela, donde hay ganadería de toros, pues hay fiesta.