(EFE).- La Reserva Federal (Fed) estadounidense confirmó este miércoles que seguirá la dirección iniciada hace seis meses de subir los tipos de interés hasta que la inflación esté controlada, tras anunciar una nueva subida de 0,75 puntos, la quinta desde marzo.
«Anticipamos que serán adecuados más aumentos de tipos en el futuro», dijo en una rueda de prensa el presidente de la Fed, Jerome Powell, unos minutos después del anuncio de esta subida, la tercera consecutiva de tres cuartos de punto.
El banco central estadounidense cumplió las expectativas de los economistas y la tasa de interés oficial de la mayor economía del mundo pasa a situarse en una horquilla de entre el 3 y el 3,25 %, el nivel más alto en los últimos 14 años.
«Con la acción de hoy, hemos elevado las tasas de interés en tres puntos porcentuales este año y, en algún momento, a medida que las políticas monetarias se endurezcan aún más, será adecuado reducir el ritmo de los aumentos», agregó Powell.
La decisión ha sido tomada por los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed -formado por los siete miembros de la Junta de Gobernadores, el presidente de la Reserva de Nueva York y otros cuatro presidentes regionales que se van rotando cada año- tras una reunión de dos días.
Powell se mantiene así en su postura defendida en las últimas semanas en distintos actos públicos en los que ha insistido en la necesidad de continuar con una política monetaria restrictiva para bajar los precios y evitar que los ciudadanos acaben acostumbrándose a la alta inflación, que en agosto se situó en el 8,3 %.
¿Cuándo pararán las subidas?
Junto a la subida de tipos, la Fed reveló sus previsiones económicas, que contemplan una tasa de interés del 4,4 % para finales de 2022, un punto por encima de lo estimado en junio.
Para finales de 2023 prevé que los tipos suban ligeramente, hasta el 4,6 %, para después bajar al 2,9 % a finales de 2025.
Estas estimaciones no representan una hoja de ruta, explicó Powell, ya que las decisiones del banco central dependerán de la evolución de la economía y de los efectos que la vuelta a una política monetaria más restrictiva tengan sobre la inflación.
Según los expertos, el conocido como «terminal rate», la tasa de interés máxima hasta la que la Fed estaría dispuesta a llegar, está todavía lejos de alcanzar su techo y nunca llegará hasta que los precios empiecen a bajar.
«Si la inflación se mantiene tan alta como hasta ahora, definitivamente veremos más aumentos de tasas hasta bien entrado 2023», dijo a Efe el economista Ken Kuttner, profesor del Williams College.
Los efectos de las subidas de los tipos de interés, precisó, tardan «algún tiempo en verse», por lo menos «seis meses».
En opinión de Charles W. Calomiris, profesor del Columbia Business School, la Fed debería subir los tipos hasta que la tasa de interés real (la ajustada por el efecto de la inflación) sea positiva, algo que «no traerá buenas noticias económicas para el corto plazo», pero que es «lo más inteligente» y «lo correcto para una perspectiva a mediano y largo plazo».
«Si la Fed quiere convencer a los mercados de que va en serio, debe haber una tasa de interés real positiva y todavía estamos muy lejos de ello», añadió.
Calomiris criticó a la Fed por no haber actuado antes para controlar los precios. «Debería haber comenzado con las subidas un año antes», apuntó el economista, quien recordó que este es un año electoral y la Fed «se ha politizado enormemente» en los últimos años.
Así, en su opinión, la situación actual no es responsabilidad solo de la guerra de Ucrania o de las consecuencias de la pandemia, sino que «una combinación de política fiscal y monetaria expansiva ha producido una notable aceleración de la inflación».
¿Cuáles serán las consecuencias de las subidas para la economía y las familias?
Powell admitió que la Fed sabe que los aumentos de tipos probablemente causarán «un período de crecimiento económico por debajo de la tendencia», y que las condiciones del mercado laboral, extremadamente robusto desde que comenzó la recuperación pospandemia, seguramente empeorarán.
«El mercado laboral sigue estando desequilibrado, con una demanda de trabajadores que supera con creces la oferta», afirmó el presidente del banco central estadounidense.
Aunque las consecuencias de la subida de tipos afectan a un gran número de sectores y la actividad económica caerá en su conjunto, en opinión de Kuttner, uno de los más afectados será el mercado inmobiliario.
«Los precios de la vivienda dejarán de crecer y ya estamos viendo la caída de otros indicadores como el número de nuevas construcciones. También disminuirá la demanda de bienes duraderos, como son los automóviles», agregó.
En cuanto a los ciudadanos, quienes sufrirán un «mayor impacto inmediato» son quienes «intentan comprar una casa», ya que «las tasas de interés de las hipotecas ya se han duplicado, del 3 % al 6 %».