Leticia Núñez (ALN).- La constructora española cerró 2016 con un descenso del 4% en la cifra de facturación, que achaca “a la caída de producción de Servicios Industriales en México, impactado por la volatilidad de los precios del crudo”. No obstante, espera mejoras para 2017 puesto que aprecia “señales de recuperación”. ACS, la empresa constructora y de servicios que dirige Florentino Pérez, cerró 2016 con un ligero descenso de la cifra de facturación, que alcanzó los 31.975 millones de euros (aproximadamente millones de dólares), un 4% menos que en 2015. En una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la constructora española achaca este descenso a “la actividad de construcción en Australia, afectada por la terminación de grandes proyectos de gas natural licuado (GNL) durante la primera parte de 2015, y a la caída de producción de Servicios Industriales en México, impactado por la volatilidad de los precios del crudo”.
No obstante, la compañía espera que mejore el desempeño en ambas geografías a lo largo de 2017. Al respecto, asegura que ya aprecia “señales de recuperación”. De hecho, en la presentación de las cuentas anuales, ACS destaca “un repunte en la actividad en México en el último trimestre del periodo, gracias a la reactivación de proyectos que habían sido suspendidos, esperándose una recuperación progresiva en los próximos periodos”.
América del Sur representa el 6% de las ventas de ACS en todo el mundo
Las ventas de ACS en España supusieron un 13% de la facturación, muy por detrás de otras regiones, como América del Norte, donde concentra el 46% del negocio, o Asia-Pacífico, con el 26%. Europa con un 8%, América del Sur con un 6% y África con un 1% completan la distribución geográfica de las ventas. En comparación con 2015, las ventas se mantienen tanto en América del Norte como en América del Sur y en África. Aumentaron en Asia, pasando del 10% al 26%. En el lado contrario se sitúa Europa, donde pasó de un 22% el año pasado a un 8% en 2016.
El beneficio neto de ACS fue de 751 millones de euros (aproximadamente 791 millones de dólares), un 3,5% más. La rama de construcción fue la que más aportó al beneficio, con 311 millones de euros (327 millones de dólares) (+2,2%), seguida de los servicios industriales, que ganaron 305 millones de euros (321 millones de dólares). En América del Sur, esta partida se disparó un 46%, hasta los 2.144 millones de euros (2.258 millones de dólares) respecto a 2015, fruto de las recientes adjudicaciones de líneas de transmisión en Brasil. En concreto, la filial Cobra consiguió en abril uno de los lotes subastados por el gestor de la red eléctrica brasileña, Aneel. Con un presupuesto de inversión de 490 millones de euros (aproximadamente 518 millones de dólares), instalarán 814 kilómetros de líneas de alta tensión en los estados de Maranhão, Piauí y Ceará.
Florentino Pérez. Flickr: Instituto Cervantes de Tokio
Seis meses y medio más tarde se supo que otra filial, CYMI Holding, pondrá 1.370 kilómetros de cable a lo largo de seis estados (Bahía, Piauí, Paraíba, Ceará, Río Grande do Norte y Minas Gerais). El importe de la adjudicación es de 659 millones de euros (aproximadamente 697 millones de dólares) y coloca a ACS como al mayor contratista de red eléctrica en Brasil.
Además, en septiembre del año pasado, la División Industrial de ACS, a través de su filial Makiber, empresa especializada en el sector Salud entre otros, contrató dos hospitales en Sudamérica: uno en Ecuador y otro en Bolivia. En Ecuador, en la localidad de Manta, afectada por el terremoto del pasado mes de abril, Makiber construirá y equipará un hospital de 150 camas por un importe de 56 millones de euros (aproximadamente 60,3 millones de dólares). El hospital estará terminado a finales de 2017. En Bolivia, en la localidad de Montero, Makiber será la responsable de la construcción y equipamiento de un hospital de 200 camas por un montante de 66 millones de euros (70 millones de dólares). Su finalización está prevista en 2018.