Redacción (ALN).- El agente inmobiliario Vicente Valera suda copiosamente dentro de su auto tras casi cuatro horas de estar en fila a las afueras de una gasolinera en Caracas. Llegó allí con la esperanza de llenar el pequeño tanque de su Terios del año 2007, pero la escasez de gasolina que sufre actualmente Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, podría jugarle una mala pasada.
Con todo, no repostar es la menor de las preocupaciones para este caraqueño de 58 años, que hizo un alto en sus ocupaciones para surtir combustible.
«Cada 5 días se pierden tres o cuatro horas de trabajo», dice Valera a Alnavio. «Uno se decepciona», agrega sin dejar de mirar a la punta de la fila, donde el avance de los vehículos podría indicar que se reanuda el despacho de gasolina.
LEA TAMBIÉN
La Venezuela potencia se queda nuevamente sin gasolina
Para el hombre, el tiempo que ha pasado en la fila es un real quebradero de cabeza: mientras aguarda por gasolina, deja de llamar o visitar a clientes, no muestra las propiedades en venta y, como es de esperarse, deja de ganar dinero.
«Estoy perdiendo tiempo de trabajo», insiste.
Petróleo para cientos de años
Bajo el suelo de Venezuela queda petróleo para cientos de años. Hay tanto, que es probable que la mano del hombre jamás llegue a extraerlo por completo.
Y es que expertos vaticinan que las energías renovables convertirán este recurso, que ayudó a cambiar la faz de toda la Tierra e hizo de Venezuela un país alguna vez próspero, en algo sencillamente obsoleto.
Pero Venezuela, a la cola del desarrollo, no sabe qué son las energías renovables y no parece que quiera saber. En el país no son comunes los paneles solares ni los campos eólicos. Tampoco los autos eléctricos, toda una rareza en el país caribeño.
Entonces, para ponerse en movimiento, Venezuela necesita de gasolina.
La escasez de este producto no solo deja a medio llenar las oficinas, sino también las aulas de clase.
Alnavio tiene reportes de decenas de padres que han dicho que en medio de la actual contingencia por la escasez de gasolina dejan de enviar a sus hijos a la escuela.
Al respecto, la agente de seguros Mayra Cedeño se pregunta incrédula «por qué» Venezuela llegó a este punto.
Al igual que Valera, Cedeño tiene unas cuatro horas en la cola y le preocupa el tiempo que deja de trabajar en medio de la severa crisis de Venezuela.
«Estoy perdiendo tiempo de trabajo y también ganancias»
Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) los venezolanos necesitan de unos 376 dólares mensuales solo para comprar alimentos. El monto es una pequeña fortuna en el país, donde el salario mínimo no alcanza los 6 dólares por mes.
No es un error de tipeo. El salario mínimo en Venezuela es menor a los 6 dólares por mes.
Esos no son precisamente los ingresos de Cedeño, pero mientras espera para repostar pierde la oportunidad de hacer dinero.
«Estoy perdiendo tiempo de trabajo y también ganancias», dice a Alnavio.
Por suerte para ella, la empresa en la que trabaja «entiende» la situación que atraviesa Venezuela y estira su hora de entrada cada vez que deba repostar. Su jornada laboral empieza a las 8 de la mañana, pero en su «día de gasolina», Cedeño ingresa carca de las 10.00 am.
Esta vez llegará más tarde. Y es que son las 10.00 am y aún tiene decenas de autos por delante y la estación de servicio ni siquiera tiene gasolina.
La escasez de gasolina, un problema con varios «culpables»
Pese a la clara escasez de gasolina, la estatal Pdvsa, que monopoliza las operaciones con crudo en Venezuela, afirma que hay suficiente inventario para satisfacer la demanda local.
«Estamos observando que toda la distribución se está realizando de una manera oportuna, le aseguramos a la población que Pdvsa distribuye el combustible necesario para el país», dijo en un comunicado de prensa el vicepresidente de Comercio y Suministro Nacional de Pdvsa, Juan Carlos Díaz.
Pero en la calle, la realidad es otra.
«Esto (la escasez de gasolina) es por la incapacidad de una gran masa de personas que se agarraron el país como propio», dice Valera a Alnavio en referencia al chavismo, la fuerza política que gobierna en Venezuela desde 1999.
«A raíz de esta descomposición (política), de esta debacle, tenemos esto», añade.
Ciertamente, Pdvsa atraviesa por una severa crisis que dura ya varios años. Así, pasó de ser una de las empresas más importantes de América Latina, con millones de dólares en ganancias por la exportación de crudo y sus derivados, a no ser capaz de satisfacer el mercado interno de combustibles.
Escándalos y sanciones: igual a escasez de gasolina
En el camino, estallaron decenas de escándalos de corrupción en la estatal. El último, hace un par de meses, le costó el puesto al antiguo ministro de Petróleo y expresidente de Pdvsa, Tareck El Aissami, y ha varios de sus colaborados, hoy detenidos por el desfalco de varios miles de millones de dólares.
Pero también ocurrieron las sanciones contra la industria petrolera de Venezuela, varios de sus gerentes y hasta contra el propio presidente Nicolás Maduro y su círculo íntimo y familiar.
Según el Gobierno venezolano, son las sanciones la verdadera causa no solo de la escasez de gasolina, sino de casi todos los problemas del país.
Pero el experto petrolero Rafael Quiroz no está muy seguro. Este analista cree que en Pdvsa reina «la incompetencia», al tiempo que asevera que las colas por gasolina «llegaron para quedarse».
«Solo se irán cuando se reconstruya nuestra industria petrolera», afirma Quiroz, una declaración que comparte el grueso del antichavismo.
En medio del cruce de acusaciones, la escasez de gasolina ralentiza la vida de miles de venezolanos y acaba con su productividad.
Ejemplo de esto son los recientes sucesos en los que productores agropecuarios desecharon cosechas de tomates y cambures tras verse imposibilitados para transportarlos por la escasez de gasolina.