Redacción (ALN).- Sillas de ruedas deportivas y concentradores de oxígeno, pero también mascarillas y jabones. La enorme farmacia Redvital, inaugurada en Venezuela hace pocas semanas, confirma los contrastes económicos del país caribeño, donde el dinero puede llegar a codearse con la pobreza.
Ubicada en el céntrico estado de Carabobo, a poco más de dos horas de Caracas, esta nueva farmacia presume de ser la más grande a América Latina, pese a estar afincada en una nación que atraviesa por la peor crisis de su historia contemporánea.
A través de una nota de prensa, Redvital asegura que tendrá a disposición de sus clientes «productos y servicios especializados para promover la salud y el bienestar, la prevención y la atención de enfermedades, así como para la terapia y rehabilitación de distintas condiciones clínicas, a través de medicinas, insumos médicos, equipos diversos y mobiliario hospitalario, entre otros».
Todo ello con la intención de «contribuir a que la calidad de vida del venezolano sea cada vez mejor», señaló en misma nota de prensa el presidente ejecutivo de Redvital, Emilio Miquilena.