Daniel Gómez (ALN).- El Grupo Geci, con sede en Cádiz, hizo de América Latina un mercado predilecto hace 35 años. Cuba y Venezuela son el núcleo de negocios. Pese a ser dos países “complicados”, la empresa asegura que trabaja a la perfección. También tienen clientes en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Hacer negocios en Venezuela y Cuba es un acto de fe. La inestabilidad actual se presenta como uno de los aspectos que mejor definen a los dos países latinoamericanos. Pero donde unos ven riesgos, otros ven oportunidades. Es el caso del Grupo Geci. Apostó por ambos en momentos complicados y ahora son el principal destino de sus exportaciones. “Estamos encantados de trabajar ahí”, aseguró al diario ALnavío Daniel Jiménez, vicepresidente de la empresa.
Geci nació en el Puerto de Rota, Cádiz, hace más de 30 años. El padre de Jiménez y presidente del grupo, Manuel Jiménez Serrano, realizó trabajos de aeronáutica para un cliente norteamericano. Como le fue bien, decidió montar una empresa. Entonces comenzaron a trabajar con el Ejército del Aire y más adelante, con Aena. Llegados a este punto, España se les quedó pequeña y decidieron exportar.
Existió el riesgo de no recibir pago alguno por los trabajos que Geci hizo en Cuba, pero no fue así
La proyección internacional de Geci es lo que ha determinado el éxito del grupo. Tiene clientes en todos los continentes y una red de filiales que cubre la mayoría de los aspectos de la aeronáutica. Torres de control, radares de vuelo, sistemas de predicción meteorológica o aparatos de comunicación. Hasta cintas transportadoras y cámaras de vigilancia para aeropuertos.
Latinoamérica como eje de negocios
Su mercado predilecto es América Latina. “Todos los países de la región están contentos con el grupo. Aquí nuestra presencia es fuerte, estable, generamos empleo, la balanza económica es sólida y financieramente estamos bastante sanos. En este momento desarrollamos planes estratégicos de crecimiento a fin de mejorar nuestra integración”, declaró a este diario Rubén Alvarado, asesor de Geci para Latinoamérica.
La firma española tiene oficinas en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. También en Venezuela y Cuba. Este último fue el destino de su primera exportación, hace 25 años y “en un momento de mucha necesidad”, según señaló Jorge Falcón, delegado de la empresa en la isla.
Geci ofrece todo tipo de servicios aeronáuticos / Instagram @gecigroup
A principios de los 90, Cuba sufrió una grave crisis económica (conocida como el período especial). El colapso de la Unión Soviética y el recrudecimiento del embargo norteamericano dejaron al país huérfano de inversores. “Cuba es una isla y vive del turismo; por tanto, necesita aviones. Entonces, a través de un contacto que mi padre tenía allá, nos adentramos en el país”, narró Daniel Jiménez.
De las relaciones de Manuel Jiménez con la aeronáutica cubana nació el vínculo. Hoy todo fluye sin sobresaltos; sin embargo, los primeros años estuvieron marcados por una atmósfera de incertidumbre. Como apuntó el vicepresidente, “no había contratos y tampoco se firmó nada, era imposible estar seguros de si nos iban a pagar”.
A partir del 2000 la cosa se normalizó. Desde entonces, Geci es uno de los grupos más prestigiosos del país. Trabaja en todas las esferas de la aeronáutica civil cubana: los aeródromos, las líneas aéreas, las terminales, las torres de control, etc, y ostenta una posición consolidada gracias a “la calidad de los servicios, la diversidad y las facilidades financieras”. Así lo matizó el gestor en Cuba, Jorge Falcón.
Buenas relaciones con Venezuela
Venezuela es el otro gran baluarte del grupo en América Latina. Rosa Vargas, delegada de Geci allí, aseguró al diario ALnavío que la relación con las autoridades “funciona a la perfección” y el compromiso se presume duradero.
El grupo, según Vargas, modernizó toda la gestión del tráfico aéreo venezolano, levantó varias torres de control y centros de simulación. Da apoyo a las fuerzas aéreas y también colabora con Petróleos de Venezuela. Porque PDVSA, además de trabajar con petróleo, gestiona las infraestructuras que comunican con los campos de extracción, es decir, con los aeropuertos.
En Colombia, la presencia del grupo es cada vez más notoria. “Llevamos ocho años trabajando con el Estado y las Fuerzas Armadas. Los inicios no fueron fáciles, pero cada vez nos tienen más en cuenta”, declaró a este diario la delegada en el país, Claudia Oliveros.
También abrieron mercado en Ecuador. Allí Geci lleva cuatro años colaborando con el ejército y el gobierno. “En agosto terminamos un contrato entregado por el Ministerio de Obras Públicas. Nos encargábamos de iluminar pistas en los aeródromos, telecomunicaciones aeronáuticas y control meteorológico. Todo se ha ido desarrollando de manera exitosa, por lo que confiamos en que cuenten con nosotros para futuros proyectos”, aseguró su encargado en Ecuador, Jorge Naranjo.
El grupo gaditano trabaja en campos de alta especialización
Asimismo, Geci opera en Perú. Hace dos años firmaron su primer contrato: una torre de control móvil que están a punto de entregar. “La marca ya tiene un nombre, y eso hace que las cosas sean más fáciles. Este proyecto ha cautivado a las autoridades, por lo que nos están viendo con buenos ojos”, afirmó Mante Chávez, administrador en el país, en declaraciones al diario ALnavío.
Más allá de América Latina, Geci también exporta a países como Taiwán, Angola, Portugal o Reino Unido. Una red de clientes internacionales con los que facturan más de 50 millones de euros (aproximadamente 53 millones de dólares) al año.
La aventura que Manuel Jiménez, en solitario, emprendió en los 80, es hoy un camino conjunto de más de 200 personas. El grupo se está adentrando ahora en el mercado de las energías renovables a través de la filial Genergi Group. Otro campo que, como el aeronáutico, requiere de una alta especialización. Y, precisamente, esto es algo de lo que siempre presume la empresa. “Nuestro equipo de ingenieros es de lo mejor de España”, dijo orgulloso el vicepresidente de Geci.