Daniel Gómez (ALN).- Antonio Ecarri, embajador de Juan Guaidó en Madrid, explica al diario ALnavío que lo prioritario ahora es garantizar un refugio para los venezolanos más vulnerables. También para aquellos que han quedado varados en el país. En paralelo, coordina junto con las asociaciones de médicos y enfermeros venezolanos la incorporación de personal a los hospitales del país. Todo esto sin olvidarse de la lucha política en Venezuela, donde urge la entrada de ayuda humanitaria.
Al menos tres venezolanos han muerto por coronavirus. Lo confirma el embajador de Juan Guaidó en Madrid, Antonio Ecarri, a quien se le apila el trabajo por la crisis. Muchos migrantes venezolanos en España se encuentran en posición de vulnerabilidad ante la pandemia, y esta es la principal prioridad del diplomático.
En segundo lugar, aparece el asunto de los médicos, enfermeras y demás sanitarios venezolanos que se organizan junto a la embajada para luchar contra la crisis sanitaria, poniéndose a la orden del gobierno español.
Luego está la situación de los venezolanos que habían viajado a España y que ahora están varados sin poder viajar a Venezuela.
En medio de esta lista de prioridades se mantiene la lucha política. Antonio Ecarri trabaja para que se envíe ayuda humanitaria a Venezuela y que esta realmente llegue a la población.
– ¿Maneja datos de venezolanos afectados por el coronavirus en España?
– Hemos pedido esa información al Ministerio de Sanidad y a la Cancillería. Ahora, es difícil tener nombres y números exactos por la situación que se está atravesando. Hasta hoy, la información que nos ha llegado de parte de muchos médicos venezolanos que atienden en los hospitales es que lamentablemente ya han fallecido al menos tres venezolanos.
– Sanidad informó que más de 5.400 sanitarios se han contagiado por coronavirus. ¿Es el momento de dar paso a los médicos y enfermeros venezolanos dispuestos a colaborar?
– Estamos en eso desde que comenzó la crisis, en contacto con las asociaciones de médicos y enfermeros venezolanos en España. Por el momento, el gobierno se encuentra administrando los recursos de personal, con mucho tino a mi parecer, el cómo se incorpora la gente. Por ejemplo, en Ifema [un pabellón de eventos en Madrid convertido en hospital con 3.000 camas] se va incrementando el personal a medida que llegan pacientes. Primero contratan a médicos españoles, luego a médicos jubilados, y luego cuentan con los extranjeros y estudiantes. Lo que nosotros tenemos es una reserva importante de médicos. Desde la embajada hemos sacado una ficha en la que hay más de 200 ya inscritos, y luego están las iniciativas de las asociaciones.
-¿La pandemia pone en riesgo a los venezolanos más vulnerables?
– Por ahí se dice que los venezolanos que llegan a España cuentan con muchísimos recursos. Los hay, pero es realmente la excepción. La gran mayoría de compatriotas vienen aquí a trabajar. A crear negocios. No quieren subsidios sino permisos de trabajo, pero claro, nadie contaba con una pandemia que está generando un problema sanitario y de desempleo que afecta en primer lugar a la gente que no posee recursos. Ahora lo más severo y lo más preocupante es el tema económico. Existen muchos venezolanos en situación difícil que incluso trabajaban en negro para sobrevivir, y que no se pueden quedar en casa así.
– ¿Qué pueden hacer desde la embajada con esas personas?
– Estamos en conversaciones permanentes con funcionarios de la Cancillería para que estén al tanto de nuestros trabajadores informales, de suspender o no los alquileres, de las ayudas, de las pymes, de los autónomos… Al final son temas genéricos que afectan a todos ahora mismo. Trabajamos por defender a los nuestros, pero la pandemia empeora y al final afecta a todos. Hay que cumplir las medidas sanitarias que impone el Estado español y así salir de esta cuanto antes.
– En el invierno se podía ver a muchos venezolanos a las puertas del Samur Social en Madrid, venezolanos en situación de calle. ¿Qué pasa con esa gente?
– Eran más de 100 personas que estaban en situación de calle y que les conseguimos refugio a través de gestiones con la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. También nos preocupa la gente que se ha quedado varada, que vinieron a España por una visita, por trabajo, e incluso por turismo, y que se les acabaron los recursos para hospedarse en los hoteles.
– ¿Cuántos venezolanos quedaron varados?
– Alrededor de 200 están en esa situación, y por suerte han conseguido techos en casas de familiares, en refugios. Desde la embajada también hemos instruido cómo encontrar alojamientos a buen precio y que se les ajuste al presupuesto.
– ¿En plena crisis del coronavirus se puede mantener la lucha política?
– Es la prioridad del gobierno encargado y del presidente Guaidó. Ahora insistimos en el ingreso de ayuda humanitaria a la que el gobierno usurpador se ha resistido. Creo que para no dar su brazo a torcer, porque Venezuela está en una situación crítica. Ellos piensan que la gente no se ha enterado de cómo han destruido el país. Hoy pareciera que los números de contagios en Venezuela [91 hasta este martes] son bajos, pero no es tan cierto. Para los pocos días que el virus tiene en el país estamos hablando de más afectados que en España e Italia. Y esto preocupa porque tenemos un sistema de salud en el suelo. Los hospitales fueron abandonados hace muchos años. Ahora están totalmente derruidos y en el éxodo hay más de 20.000 médicos.
– ¿Qué puede hacer la embajada para conseguir la entrada de ayuda humanitaria cuando desde Europa quieren que el FMI preste a Venezuela los 5.000 millones de dólares que Maduro solicitó?
– Nosotros queremos la ayuda humanitaria y que esta llegue al país través de organismos independientes que sabemos que no van a robarse los materiales, como la Organización Mundial de la Salud. Con lo que no estamos de acuerdo es con el planteamiento del alto representante de Política Exterior europeo, Josep Borrell. Primero, porque los 5.000 millones de dólares del FMI son una cantidad insuficiente para Venezuela. Y segundo, porque si se da ese dinero a Maduro, existe el peligro de que se pierda. Sería bueno que retornen a Venezuela esos capitales de corrupción que están en Europa y que Europa sabe que están aquí.