Ernesto J. Tovar (ALN).- Perú continuará en 2017 como una de las mejores economías de la región, superando incluso a Chile, Brasil, Argentina o México. Y los capitales españoles -el primer inversor extranjero en el país- tienen buenas expectativas pese a las incertidumbres globales y el caso Odebrecht. Tras un par de años en los que Brasil y Argentina pasaron por una recesión de la que apenas se levantan, y con un desempeño económico de la región no muy satisfactorio, Perú se erige como el destino más atractivo si se le compara con las economías de sus vecinos latinoamericanos.
Este optimismo se refleja en las estimaciones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), del propio Gobierno peruano, y de bancos y empresarios privados. Y se mantiene pese a la inestabilidad global causada por las políticas del presidente estadounidense Donald Trump, y pese al impacto negativo en el PIB que significará la corrupción de la brasileña Odebrecht, que pagó millones de dólares para obtener contratos públicos en proyectos de infraestructura y construcción desde hace al menos una década.
El FMI consideró en enero pasado que Perú crecería 4,3% en 2017, mientras que Argentina y Brasil avanzarían solo 2,2% y 0,2%, respectivamente. Chile y Colombia, por su parte, llegarían a 2,1% y 2,6%.
Perú sigue siendo con diferencia el mejor país de la región, por delante de Chile, Brasil o México”
Pero en el caso peruano este número ha sido revisado a la baja por analistas e incluso desde el propio Gobierno, a causa de los casos de corrupción descubiertos. Ahora se prevé en 3,8% el avance del PIB en 2017 frente al 4,8% que hasta hace unas semanas pronosticaban las autoridades.
Confianza y potencial
Según el FMI las economías sudamericanas crecerán 0,8% en 2017, pero el número sube a un más llamativo 2,9% si se excluye a las recesivas Argentina, Venezuela, Brasil, Ecuador y Surinam. Perú, aun a la baja, tendrá un mejor desempeño.
“Perú sigue siendo con diferencia el mejor país de la región, por delante de Chile, Brasil o México”, manifiesta Xavier Urios, gerente general de la Cámara de Comercio de España en Perú (Cocep), en entrevista con Alnavío.
Afirma que España es el primer inversor extranjero en Perú, con presencia en áreas donde tiene experiencia, como construcción y servicios. También considera que las expectativas son positivas pese a las turbulencias.
“Perú sigue siendo atractivo. Ojalá (el crecimiento) estuviera en 8 (puntos del PIB), pero bueno, estamos en 4 puntos, adecuémonos”, señala Urios, resaltando que en el país “las condiciones de seguridad de inversión son muy altas” y que “no hay problemas de acceso al financiamiento”.
En Perú existen unas 550 empresas de capital español, de acuerdo con datos de la Cocep. Y de ese número 60% aproximadamente corresponden a Pequeñas y Medianas Empresas.
“En 2009, con la internacionalización forzosa por la crisis en España, llegaron a Perú cientos de empresas y ejecutivos, que a nuestro juicio dinamizaron mucho el mercado y los sectores peruanos”, explica Urios.
“En varios de estos sectores la llegada de dos, cuatro o quince empresas permitió obtener un grado de madurez y desarrollo, romper las reglas de un mercado muy primario o arcaico que podía haber en muchas áreas” de negocios.
Los datos oficiales indican que España representó en 2016 el 18% -unos 4 mil 400 millones de dólares- del aporte extranjero de capital a Perú. El flujo de la inversión extranjera total se dirigió en un 23% a minería, 20% a telecomunicaciones, 17% a finanzas y 14% a energía, como destinos principales.
Globalización en la mira
El jefe del Departamento de Estudios Económicos de Citibank para la región andina, Munir Jalil, sostuvo recientemente durante una visita a Lima que, paradójicamente, “la economía mundial va bien, pero el mundo va mal, una situación extrañísima. Estamos viendo una gran cantidad de riesgos potenciales que pudieran tomar estas perspectivas positivas que tenemos y descarrilarlas”.
En este punto destaca la política proteccionista, nacionalista y la cruzada antiinmigratoria de Trump.
Ejemplo de ello es el caso del Tratado Transpacífico de Cooperación (TPP, por sus siglas en inglés), que abriría los mercados de 12 países en Asia y América; y que tras ser rechazado por Estados Unidos parece condenado al fracaso.
La economía mundial va bien, pero el mundo va mal, una situación extrañísima”
Pero la intención del mandatario estadounidense no resulta tan problemática para Perú, pues según datos del Gobierno el impacto negativo de este proteccionismo está “acotado”. Las ventas a Estados Unidos representan 19% del total de las exportaciones peruanas, a diferencia de países como México, Canadá, Venezuela o Ecuador, cuyas proporciones se ubican en 81%, 77%, 48%, y 45%, respectivamente.
Transparencia y optimismo
La Cámara Española reconoce que hay “cierta ansiedad” en los empresarios por retomar el crecimiento robusto visto durante la última década. Pero subrayan que “hay que dar tiempo al tiempo y dejar que el Gobierno actúe. Obviamente hay un impacto con el caso Lava Jato, y lamentamos muchísimo lo que estamos viviendo en el Perú (incluso el expresidente Alejandro Toledo ha sido acusado por la Fiscalía por sospechas de recibir sobornos). Es una pena, y esperemos que lo antes posible se den soluciones”.
Pero en el mediano plazo ven espacio para más inversiones. Urios asegura que “Perú estará entre 3,5% y 5% de crecimiento en los próximos años, y creemos que todavía hay margen para mayores oportunidades en infraestructura pública: carreteras, transporte, telecomunicaciones, agua -que viene con mucha fuerza- y probablemente comencemos a ver los efectos de las medidas de simplificación (de trámites) que darán un impacto grandísimo en la operatividad del país en general. Perú seguirá siendo un país de interés”.