(EFE).- Tras anotar en 2021 su mayor crecimiento histórico, la economía chilena empieza a dar señales de enfriamiento: en enero se expandió menos de lo previsto y anotó su segunda caída intermensual consecutiva, reveló este martes el Banco Central.
El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec), índice que reúne al 91 % de los bienes y servicios del producto interior bruto (PIB), registró en el primer mes del año un descenso del 1 % intermensual y un crecimiento de un 9 % con respecto al mismo periodo del año anterior.
Se trata de la segunda caída intermensual consecutiva tras el descenso del 0,4 % de diciembre y la menor cifra de crecimiento interanual desde hace diez meses, lo que según los expertos da cuenta de una ralentización de la recuperación económica.
El mercado esperaba un crecimiento interanual del 10,7 % para el primer mes del año y por primera vez desde marzo de 2021 el Imacec no crece dos dígitos.
El Imacec de enero «todavía es históricamente alto, pero paulativamente ha ido marcando una moderación», indicó el ministro de Hacienda chileno, Rodrigo Cerda.
«Hacia adelante lo que estamos haciendo es converger a tasas de crecimiento sostenible. Esa convergencia que está siendo rápida nos permite también pensar en tener tasas de inflación que sean menores», agregó Cerda.
EXPANSIÓN DE ENTRE EL 1,5 % Y EL 2,5 % PARA 2022
De acuerdo al emisor, la cifra de enero se explicó «por el aumento de las actividades de servicios y el comercio, efecto que fue parcialmente compensado por la caída de la producción de bienes, en particular, de la minería».
«En el resultado del mes continúa incidiendo la mayor apertura de la economía, las medidas de apoyo a los hogares y los retiros parciales de los fondos previsionales», que fueron aprobados para que los ciudadanos pudieron hacer frente a la pandemia y ya suman más de 50.000 millones de dólares, agregó el Banco Central.
La producción de bienes disminuyó en el primer mes del año un 2,6 % interanual y un 2,4 % intermensual por la caída de la minería (-6,0 %), una industria que representa cerca del 10 % del PIB y que fue clave para la recuperación durante el inicio de la crisis sanitaria.
La actividad comercial, en tanto, se incremento en un 8,4 % con respecto al mismo mes del año anterior «gracias a las ventas de vehículos, repuestos y las ventas minoristas de vestuario, calzado y equipamiento doméstico», aunque en términos desestacionalizados cayó un 3,2 % respecto de mes anterior.
El área de servicios creció un 17 % interanual y un 1,3 % respecto del mes anterior, principalmente por «los servicios personales, en particular de salud, seguidos por los empresariales, y en menor medida, el transporte y los restaurantes y hoteles», señaló el emisor.
Pese a que la pandemia provocó un desplome del PIB chileno del 5,8 % en 2020 -la mayor caída en cuatro décadas-, la recuperación ha sido más rápida de lo esperado y la economía creció cerca de un 12 % en 2021.
El banco, sin embargo, espera una expansión de entre el 1,5 % y el 2,5 % para este año y de solo el 0 % y el 1 % para 2023.
La actividad económica del mayor productor de cobre del mundo se ha visto favorecida por los altos precios del metal rojo, pero también por las ayudas gubernamentales a las familias y el retiro parcial de los fondos de la seguridad social, aprobados para paliar la crisis.
La recuperación, sin embargo, está provocando una inédita inflación, que cerró 2021 en el 7,2 %, su mayor dato en 14 años, y llevó al emisor a subir el tipo de interés referencial al 5,5 %, su mayor nivel desde 2011.
«La estabilidad política local y la responsabilidad en el debate constitucional son más relevantes que nunca, ahora que la crisis Rusia-Ucrania reducirá el impulso externo y ha elevado el precio de la energía y alimentos», concluyó por su parte en su cuenta de Twitter el ministro de Economía, Lucas Palacios.