Redacción (ALN) .- El relator de la Organización de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, criticó el sistema de alimentación impuesto por el chavismo en Venezuela con los llamados Clap.
«El programa recibe cada vez más críticas dentro de las que cabe citar la incoherencia en la entrega, la escasa frecuencia de suministros en zonas remotas, así como su falta de valor nutricional y calidad», acotó.
Además, indicó que hay irregularidades a la hora de la entrega porque no todos los sectores reciben.
«He oído con frecuencia que se niega la bolsa del Clap a personas que se consideran críticas o que expresan opiniones políticas alternativas. Algunos ciudadanos sugieren que las bolsas Clap son para las autoridades como una limosna caritativa y no forman parte de la liberación del hambre. Esto socava la dignidad de quienes las reciben«, señaló.
#EnVivo | «El programa CLAP, su situación es cada vez más crítica. Tiene bajo valor nutricional»: Michael Fakhri, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación.
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Destacó que este era un programa que inicialmente se realizó como una medida provisional, pero se convirtió luego en uno de los pilares del chavismo.
«Muchas familias sacan un salvavida de las bolsas Clap, un programa ideado en 2016 para hacer frente a la escasez de alimentos en la cadena de suministros formal. Concebido inicialmente como una medida provisional, se convirtió más tarde en el programa estratégico de distribución de alimentos. Según el Gobierno, 7.5 millones de familias venezolanas reciben una bolsa Clap con productos básicos al menos una vez al mes», comentó.
A su juicio, el Clap «tenía buenas intenciones como ayuda temporal, pero se ha convertido en un sistema de clientelismo».