María Rodríguez (ALN).- Los ecuatorianos recordarán este 2017 como el año en el que Lenín Moreno asumió la Presidencia del país y rompió con el legado de 10 años de gobierno de Rafael Correa. También por la condena al exvicepresidente de Correa y Moreno, Jorge Glas, vinculado al caso Odebrecht, y por la convocatoria de una consulta popular para poner fin a la reelección indefinida con la que un día soñó el exmandatario.
Las elecciones presidenciales de Ecuador, celebradas en abril, marcaron el curso de la actualidad política y económica del país. 2017 se recordará en Ecuador como el año en el que Lenín Moreno asumió la Presidencia y rompió con el legado de 10 años de Rafael Correa al frente del Gobierno, a pesar de haber sido su vicepresidente desde 2007 a 2013.
Entre otras claves que resumen este 2017 ecuatoriano, destaca la ruptura prácticamente irreconciliable del movimiento Alianza País entre la facción leninista y la correísta, la sentencia a seis años de prisión para el exvicepresidente -de Correa y Moreno- Jorge Glas por asociación ilícita en el caso Odebrecht y la convocatoria de una consulta popular que podría acabar con la reelección presidencial indefinida, lo que alejaría definitivamente del poder a Correa.
1.- Lenín Moreno presidente
Tras unas elecciones convulsas, con protestas, acusaciones de fraude, ausencia de debates en campaña y dos vueltas, Ecuador eligió presidente. El oficialista Moreno se impuso con un margen muy ajustado (51,16%) frente al opositor Guillermo Lasso, de Creo-Suma.
Según Correa, el presidente es un “traidor” y ha “destruido su legado. Para Moreno, el exmandatario es “un opositor más”
Moreno asumió la Presidencia el 24 de mayo y en julio comenzaron los ataques entre el presidente y Correa con la economía como protagonista. En la campaña electoral, Moreno negó que el país estuviera inmerso en una crisis. Sostuvo que el exmandatario dejaba “la mesa servida”, en referencia a una supuesta economía saneada. Sin embargo, en julio aseguró que esa misma mesa “no estaba servida” y culpó a su antecesor de las dificultades. La respuesta de Correa fue acusarle de “mediocre” y “desleal” y le atribuyó toda la responsabilidad de la actual coyuntura.
A partir de ese momento, los encontronazos no han parado. Según Correa, el presidente es un “traidor” y ha “destruido su legado. Para Moreno, quien ahora prefiere mantenerse al margen de enfrentamientos directos, el exmandatario es “un opositor más”, según afirmó en una entrevista con el diario El País.
2.- “Ruptura limpia” de Moreno con las políticas de Correa
Desde el banco de inversiones Torino Capital destacan en un informe la “ruptura limpia” de Moreno con las políticas de su predecesor en estos más de seis meses de Gobierno. Subrayan los intentos del presidente de trazar un enfoque “a mitad de camino” entre Correa y la derecha, “mientras libra una batalla política” contra los correístas de Alianza País.
En dicho reporte, el economista jefe de la firma, Francisco Rodríguez, señala que la postura del gobierno de Moreno se ve favorecida “por la recuperación de los precios del petróleo y un mejor acceso a los mercados financieros, además de por un sorprendente crecimiento al alza de la economía del país”.
No obstante, la casa de análisis advierte: “Ecuador necesita adoptar reformas estructurales más profundas para aumentar la productividad”, como las impopulares reformas fiscales.
3.- La fractura dentro de Alianza País
Los encontronazos de Correa y Moreno han dividido al movimiento Alianza País (AP) en dos facciones: la correísta y la leninista. La tirantez que se vive dentro del partido la demuestran los intentos de los partidarios de Correa por desbancar a Moreno de la presidencia de AP. Un cargo que ostenta desde el 1 de mayo de 2017, en sustitución de Correa.
El último de estos intentos se produjo en la sexta Convención Nacional del partido, organizada por la facción correísta y que se celebró el 3 de diciembre en la ciudad ecuatoriana de Esmeraldas. Correa acudió a la cita desde Bélgica (donde vive con su familia desde julio), invitado por la dirección del movimiento, afín al expresidente.
En un comunicado tras el evento, los organizadores ratificaron una resolución adoptada el 31 de octubre y aprobada por 22 de los 32 miembros de la Dirección Nacional. En ella acordaron la destitución de Moreno de la presidencia de AP y el nombramiento de Ricardo Patiño, exministro de Exteriores con Correa, como nueva cabeza del movimiento.
No obstante, el Tribunal de Garantías Penales de Quito anuló la destitución de Moreno apenas un día después de ser anunciada por la facción correísta, lo que agudizó aún más la pugna entre ambas partes.
4.- La visita de Rafael Correa a Ecuador
Tras varios anuncios de que volvería a Ecuador para defender su legado al fin lo hizo. A finales de noviembre, Correa regresó a Ecuador desde Bélgica con la lengua afilada. Horas después de aterrizar en Guayaquil acusó al mandatario de “traición” a la “Revolución Ciudadana” y de estar aliado “con lo peor de la política nacional”. Antes de su llegada, hubo altercados en el aeropuerto entre simpatizantes y detractores. El Gobierno, por su parte, se limitó a indicar que le darían la protección como exmandatario que marca la ley.
“El expresidente regresó para participar en la Convención Nacional de AP en un intento de intervenir directamente en el conflicto político de AP”, indica el informe de Torino Capital. Tras una visita de 10 días, Correa se fue como llegó: cargando contra Moreno, a quien acusó de buscar un “presidencialismo absoluto” y de haber “destruido” su legado en seis meses.
5.- La sentencia contra Jorge Glas por el caso Odebrecht
El Tribunal Penal de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador condenó el pasado 13 de diciembre al exvicepresidente Jorge Glas a seis años de prisión por asociación ilícita en el caso Odebrecht. Glas fue número dos de Correa y de Lenín Moreno, hasta que este lo apartó del cargo el 3 de agosto. El día que se dio a conocer el fallo, el exmandatario se refirió al condenado como “preso político”.
Rafael Correa cree que tras la condena a Glas ahora irán por él
Correa siempre ha defendido la inocencia del que fuera su número dos desde 2013, especialmente desde que Glas entró en prisión preventiva el 2 de octubre por el caso Odebrecht. En una entrevista con CNN, el exmandatario afirmó que “todo el proceso judicial ha sido una persecución política para apoderarse de la Vicepresidencia de la República”. Preguntado si cree que puede ser el siguiente, el mandatario subrayó: “Es claro que vienen detrás de mí”, en alusión al gobierno de Lenín Moreno. No obstante, aseguró: “Tengo la conciencia muy tranquila”.
6.- La consulta popular para acabar con la reelección indefinida
Moreno podría aguarle la fiesta a Correa, que soñó con eternizarse en el poder. Pese a que el expresidente aprobó en 2015 una reforma para eliminar la limitación de dos mandatos, Moreno ha convocado una consulta popular para dar marcha atrás a esa reforma, que entraría en vigor en 2021.
El exmandatario insistió en su regreso temporal a Ecuador en que la consulta es inconstitucional y que “todos estos folclores son para impedir que vuelva [a la política]”.
Sobre este punto también habló Moreno en la entrevista con El País: “He manifestado siempre que no estoy de acuerdo con las reelecciones. A veces ni siquiera una sola. Una reelección indefinida ya se convierte en una dictadura disfrazada de democracia. El círculo del mandatario le crea un halo de que él está predestinado, que es casi un enviado de Dios”.
De acuerdo con los plazos legales definidos, la consulta debería celebrarse a finales de enero o principios de febrero de 2018, tal como afirma el portal DW.