Daniel Gómez (ALN).- La dirigente venezolana de Ciudadanos, María Luisa Alonso, vive en Logroño, La Rioja. Otra comunidad de España golpeada por el coronavirus. Por eso ella se queda en casa. Allí cuida de su hija pequeña, hace ejercicio para distraerse, y teletrabajando aporta su grano de arena para salir adelante. “En los momentos difíciles tenemos que estar de lado de quien gobierna. Lo importante es la población. España”, dijo al diario ALnavío.
La vida de María Luisa Alonso cambió de un día para otro por el coronavirus, como la de los millones de españoles a los que de alguna manera les ha afectado esta enfermedad.
Esta dirigente de Ciudadanos, que en la anterior legislatura se convirtió en la primera diputada venezolana de la historia del país, vive en Logroño, capital de La Rioja. Esta es una de las comunidades más pequeñas de España. Cuenta con apenas 350.000 habitantes, por lo que no hay que menospreciar los 220 casos confirmados. “Parece que no es mucho, pero esto no es Madrid, no es Barcelona. Hay que estar alerta”, advirtió al diario ALnavío.
María Luisa Alonso se sumergió en su nueva rutina el martes, cuando anunciaron la suspensión de las clases. “Fue el día del caos. Hubo nerviosismo y pánico. Todo el mundo fue a los supermercados. Las colas eran interminables y los anaqueles parecían los de Venezuela. Ahora todo ha vuelto a la normalidad”, dijo.
No salir de la rutina
Una normalidad ficticia, cabe recalcar. María Luisa Alonso se queda en casa. Lo lleva haciendo desde el martes, cuando anunciaron en La Rioja la suspensión de las clases, lo cual le afecta porque tiene una niña de nueve años.
“Tratamos de hacer vida normal. Nos levantamos a la misma hora de siempre. A las ocho. Desayunamos. Hacemos algo de ejercicio. Luego me pongo con mi hija. No tiene clase, pero sí tareas de refuerzo que se tienen que colgar en una plataforma digital. Los profesores, que todavía siguen yendo al claustro, mandan una programación para los niños, y la cumplimos. Luego me pongo con lo mío”, comentó.
Lo suyo es la actividad de un político. Analiza los asuntos de su partido. También de Latinoamérica, ya que uno de sus focos es la política exterior. Además, como dirigente de Ciudadanos en La Rioja presta atención a las necesidades de sus vecinos en una situación excepcional como esta.
“Tratamos de hacer vida normal. Nos levantamos a la misma hora de siempre. A las ocho. Desayunamos. Hacemos algo de ejercicio. Luego me pongo con mi hija. No tiene clase, pero sí tareas de refuerzo que se tienen que colgar en una plataforma digital. Los profesores, que todavía siguen yendo al claustro, mandan una programación para los niños, y la cumplimos. Luego me pongo con lo mío”, comentó.
“Estoy orgullosa porque en Logroño veo un sentido de responsabilidad muy alto. Hay poca gente en la calle. Los locales poco a poco están cerrando por voluntad propia. Las discotecas también. Esto sin duda es un problema por el impacto económico que tendrá. Pero ahora mismo lo importante es contener la enfermedad”, dijo Alonso.
Esta dirigente también se siente preocupada. “Nadie sabe las repercusiones que esto va a tener. Por eso es importante que se vaya tomando acción en lo económico. Por el momento no hemos visto grandes decisiones, pero entendemos que más adelante se irá actuando. Ahora tampoco es cuestión de decir lo que se tiene que hacer, principalmente porque no hay una receta. No hay recetas claras para los países, para las comunidades autónomas, para los ayuntamientos. A nivel local, habrá que buscar fórmulas con los que saben para rescatar el sector hotelero, la restauración y proteger a nuestros autónomos”.
Maria Luisa Alonso apuntó que es el momento de tener sentido de Estado. “En los momentos difíciles tenemos que estar de lado de quien gobierna. Todavía no somos capaces de dimensionar la crisis, por lo que no caben las estrategias políticas, ni el revanchismo, ni las tácticas. Lo importante es la población. España. Las empresas a las que puedan superar esta situación”.