Daniel Gómez (ALN).- Mientras Rusia trató de influir para que Joe Biden no ganara la presidencia de Estados Unidos en noviembre, los gobiernos de Irán, Cuba y Venezuela presionaron en contra de Donald Trump. Eso dice el informe que publicó este martes la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines.
La directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Avril Haines, dijo este martes que “la influencia extranjera maligna es un desafío duradero que enfrenta” el país. Por ese motivo, están haciendo “esfuerzos en contra de los adversarios que buscan exacerbar las divisiones y socavar la confianza en nuestras instituciones democráticas”. De ahí el informe publicado este martes que analiza la influencia de los gobiernos extranjeros en las elecciones de noviembre de 2020.
El documento arranca diciendo que EEUU no tiene “indicios de que algún actor extranjero haya intentado alterar algún aspecto técnico del proceso de votación”. No obstante, sí encontraron evidencia de que otros países trataron de influir en contra de los candidatos.
Rusia contra Biden
Las fuentes de inteligencia de Estados Unidos evaluaron que “el presidente de Rusia, Vladimir Putin, autorizó a una serie de gobiernos y organizaciones a influir en operaciones destinadas a denigrar la candidatura del presidente Biden y al Partido Demócrata”.
El informe también dice que Putin “apoya al expresidente Trump”, al tiempo que “socava la confianza pública en el proceso electoral” y “exacerba las divisiones sociopolíticas en Estados Unidos”.
Explica que la estrategia de Putin para las elecciones “fue el uso de poderes vinculados a la inteligencia rusa para impulsar la influencia narrativa, incluidas acusaciones engañosas o infundadas contra el presidente Biden, a los medios de comunicación de EEUU, organizaciones, funcionarios estadounidenses e individuos destacados, incluidos algunos próximos al expresidente Trump y su administración”.
Eso sí, “a diferencia de 2016”, la inteligencia estadounidense “no encontró esfuerzos cibernéticos rusos persistentes para acceder a la infraestructura electoral”.
Irán contra Trump
A diferencia de Rusia, “Irán llevó a cabo una campaña de influencia encubierta de múltiples frentes destinada a socavar las perspectivas de reelección del expresidente Trump, aunque sin promover directamente a sus rivales”, es decir, a Joe Biden.
Afirma la inteligencia estadounidense que el líder supremo, Ruhollah Jomein, “autorizó una campaña” en contra de Trump en la que empleó a los “servicios militares y de inteligencia iraníes para que usaran “mensajes abiertos y encubiertos” con el fin de lograr su objetivo.
Cuba y Venezuela, también contra Trump
Afirma el informe que “Cuba buscó socavar las perspectivas electorales del expresidente Trump impulsando narrativas anti-republicanas y pro-demócratas en la comunidad latinoamericana”.
Sin embargo, aclaran que “la inteligencia cubana probablemente llevó a cabo algunas actividades de bajo nivel” para apoyar estos esfuerzos.
Sobre Venezuela, dicen que el gobierno de Nicolás Maduro “tuvo una relación de confrontación con la administración Trump con “la intención, aunque probablemente no la capacidad, de intentar influir en la opinión pública de Estados Unidos contra el expresidente”.
“No tenemos información que sugiera que los regímenes venezolanos actuales o anteriores estuvieran involucrados en intentos de comprometer la infraestructura electoral de Estados Unidos”, agregó el informe.