Redacción (ALN).- El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) atraviesa una difícil dinámica interna que le ha llevado a una «puja invisible» entre facciones, de acuerdo con el antiguo ministro chavista Andrés Izarra.
«Por los lados del PSUV, es de esperar que continúe la ‘puja invisible’ entre sus distintas facciones. El partido, asfixiado por la falta de democracia interna y un discurso agotado, se enfrenta al dilema de ‘cargar un muerto’: la imposición de un candidato a las bases en contra de toda lógica política», dijo Izarra en un largo escrito.
Asimismo, señaló que es posible que el partido «siga sufriendo bajas y una creciente desmoralización», y cito «la escasa convocatoria» al pasado referendo consultivo por el territorio Esequibo como ejemplo del poco arrastre de la organización política entre los venezolanos.
En este sentido, dijo que los venezolanos están «en resistencia pasiva» y sueñan con «un futuro libre del madurismo».
Venezuela está «herida»
Andrés Izarra también dijo que el 2024 encuentra a Venezuela «herida por la migración masiva, hastiada de la confrontación estéril y de la incapacidad del Gobierno por detener el declive de sus salarios y calidad de vida».
Todo pese a que el año que recién finalizó marcó un crecimiento del PIB por encima del 4 %, lo que, estimó, ocurrió tras el impulso que trajo «el relajamiento de las sanciones» contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Sin embargo, afirmó que «la desigualdad instaurada por el modelo madurista—bajos salarios, ineficiencia y desinversión en manejo de servicios, vida miserable para la mayoría— hace excluyente este avance».
¿Quién es Andrés Izarra?
Izarra fue ministro de Comunicación entre 2010 y 2012, bajo el Gobierno de Chávez. También jefe de la cartera para el Turismo entre 2013 y 2015, ya con Nicolás Maduro en el poder.
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El exfuncionario, quien fuera un ferviente chavista, se alejó de Maduro tras dejar el ministerio de Turismo en 2015. Entonces, fue sustituido por Marleny Contreras, esposa del dirigente chavista Diosdado Cabello.
Desde entonces, ha pasado a enrolar las filas de lo que se considera «el chavismo disidente», formado por exfuncionarios del Gobierno de Hugo Chávez, pero también por simpatizantes del chavismo que no aprueban las políticas de Maduro.
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