Redacción (ALN).- En algunos casos la dieta keto podría ayudar a combatir diversos tipos de cáncer, sin embargo, pueden tener un efecto secundario no deseado y mortal para los enfermos.
Pues pensar en su uso como anticancerígeno habría que eliminar antes otro efecto mortal de la dieta: la caquexia, una enfermedad que no tiene tratamiento eficaz y provoca unas 2 millones de muertes al año.
Esta dieta se caracteriza por ser alta en grasas (por encima del 50 % del gasto energético total), con proteínas moderadas y baja en carbohidratos (algunos autores señalan por debajo del 10 %), de tal modo que se induce a un estado de cetosis en nuestro organismo.
Los especialistas afirman que podría ayudar a perder hasta un 10% de su peso corporal. Estos planes de comidas ricas en grasas y bajas en carbohidratos engañan al cuerpo para que queme su propia grasa.
Estudios en ratones con cáncer colorrectal y de páncreas han comprobado que la keto aceleró una enfermedad letal llamada caquexia. Los pacientes y ratones con caquexia experimentan pérdida de apetito, pérdida extrema de peso, fatiga y supresión inmunológica.
La dieta keto y la caquexia
«La caquexia es el resultado de una herida que no cicatriza. Es muy común en pacientes con cáncer progresivo. Se debilitan tanto que ya no pueden soportar el tratamiento contra el cáncer. Las tareas cotidianas se convierten en labores hercúleas», explica Tobias Janowitz, profesor adjunto del Laboratorio Cold Spring Harbor (EE.UU.) y autor de un estudio que se publica en «Cell Metabolism».
Janowitz y Miriam Ferrer están trabajando para divorciar los beneficios de la keto para combatir el cáncer de su letal efecto secundario. Descubrieron que la combinación de keto con fármacos comunes llamados corticosteroides prevenía la caquexia en ratones con cáncer. Sus tumores se redujeron y los ratones vivieron más tiempo.
«Los ratones sanos también pierden peso con la keto, pero su metabolismo se adapta y se estabilizan. Los ratones con cáncer no pueden adaptarse, porque no pueden producir suficiente cantidad de una hormona llamada corticosterona que ayuda a regular los efectos de la keto. No dejan de perder peso», señaló Janowitz.
La keto hace que los subproductos lipídicos tóxicos se acumulen en las células cancerosas y las maten mediante un proceso llamado ferroptosis. Esto ralentiza el crecimiento tumoral, pero también provoca caquexia de aparición temprana. Cuando los investigadores sustituyeron la hormona agotada por un corticosteroide, la keto disminuyó el tamaño de los tumores pero no desencadenó la caquexia.
Con información de ABC