Daniel Gómez (ALN).- Ni el auge de las tecnológicas, ni el flojo desempeño del sector, ni la debilidad de las divisas en Brasil y Argentina. La deuda de 43.593 millones de euros que carga Telefónica es la causante de su mal desempeño bursátil. Eso dicen los analistas a ALnavío. Sólo en 2018, ha caído en Bolsa 18%. José María Álvarez-Pallete pide paciencia, pero los inversores la empiezan a perder.
“El problema principal de Telefónica es la deuda. A pesar de que el mensaje emitido los últimos años ha sido de intención de reducción de deuda, recientemente la compañía ha lanzado una nueva emisión”, apunta a ALnavío José Luis Herrera, analista de mercados de CMC Markets.
“Su plan estratégico puede estar muy bien, pero lo realmente importante es que lo pueda ejecutar. A nivel de resultados no se está viendo. Quizá dentro de unos años la situación cambie. Pero hoy, lo que más le pesa a Telefónica es la gran deuda que tiene”, dice a este diario Antonio Sales, analista de XTB.
“Si bien es cierto que la empresa ha reducido 10% la deuda en el último año, también lo es que esta sigue siendo muy elevada. Eso no gusta al mercado porque limita su capacidad de reparto de dividendos y porque los gastos financieros reducen el potencial de los beneficios”, agrega a ALnavío Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank.
XTB: “Lo que más le pesa a Telefónica es la gran deuda que tiene”
La opinión de estos tres expertos lo deja claro: la deuda es la causante de todos los males de Telefónica. Una pesada herencia de César Alierta con la que José María Álvarez-Pallete ha tenido que lidiar desde que accedió a la presidencia de la compañía.
Hubo un tiempo de euforia entre los inversores de Telefónica. La acción llegó a cotizarse a 23 euros en noviembre de 2007, mientras que hoy se cotiza a 6,72 euros. Aquella fue una época dorada para la compañía. La época de la histórica compra de la británica O2 por 26.000 millones de euros en 2005. La época de los 7.000 millones de euros que cinco años más tarde pagó por Vivo para consolidarse como número uno en Brasil.
Telefónica creció a golpe de compras, y hoy paga las consecuencias. Aunque el grupo ha rebajado la deuda 10%, el pasivo sigue siendo muy elevado (43.593 millones de euros al cierre del primer semestre de 2018). La consecuencia es que su acción sigue a la baja.
Los inversores exigen resultados
El último golpe bursátil lo sufrió el pasado miércoles, cuando llegó a caer hasta los 6,6 euros. Mientras los títulos cotizaban en rojo, Álvarez-Pallete estaba en la Universidad de Deusto en Bilbao, donde comentó esta situación.
“Está claro que en la percepción de los inversores el sector [de las telecomunicaciones] es el que peor se está comportando en Bolsa en los dos últimos años. No sólo Telefónica. Es todo el sector”, dijo el presidente, tal como reseña El Economista.
Álvarez-Pallete culpa al sector, al tiempo que da un espaldarazo a su revolución. “No nos resignamos ni nos conformamos porque lo que estamos construyendo es una compañía para los próximos 20-30 años y consideramos que hoy es mucho más fuerte que lo que era hace cinco o 10 años por esa transformación que hemos visto”.
Telefónica es cada vez más tecnológica. De eso no cabe duda. Pero los inversores quieren que ese impacto se note ya en los resultados. Si no, seguirán las dudas. Mientras Álvarez-Pallete defiende que los títulos se fortalecerán “poco a poco”, el analista de XTB comenta que por lo menos en lo que queda de año, “la tendencia seguirá a la baja”.
Al respecto, el analista de CMC Markets agrega que “el mercado comienza a exigir una desinversión que permita reducir apalancamiento”. También añade que “las amenazas de compañías tecnológicas que puedan entrar en el sector también suponen muchas dudas, compañías como Netflix u otras podrían quitar parte del negocio en contenidos si su cuota de penetración aumenta”.
Debilidad de las economías emergentes
Los analistas también coinciden en que, en 2018, la empresa ha acusado su exposición en Latinoamérica, sobre todo en países como Brasil y Argentina, golpeados por la crisis de los flujos de capital.
“Los temores sobre las economías emergentes no han hecho sino acentuar la tendencia bajista. Las expectativas de crecimiento de los ingresos son muy pobres. La mayoría de los mercados desarrollados en los que opera (España, Reino Unido, Alemania) están bastante saturados, y justo las economías emergentes estaban llamadas a actuar como su motor de crecimiento”, detalla López-Gálvez.
En 2018, la acción de Telefónica se ha devaluado 18%. El 31 de octubre puede ser una buena fecha para romper esta tendencia a la baja. La empresa presenta resultados, y en esos periodos la acción suele dispararse.
Otra cosa que puede ayudar es la presentación de un nuevo plan estratégico. “Sa sabe que la empresa está trabajando en ello ya que el último se hizo en época de Alierta y está obsoleto. Este año empresas como Repsol yNaturgy salieron muy reforzadas después de actualizar sus planes estratégicos”, agrega el analista de Self Bank.