(EFE).- La demanda global de petróleo se está recuperando a un ritmo fuerte este mes de junio y esa tendencia debería continuar en los próximos trimestres, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que calcula que se alcanzará el nivel precrisis a finales de 2022. En su informe mensual sobre el mercado del petróleo publicado este viernes, la AIE vuelve a insistir, como ya lo había hecho en mayo, en que la OPEP debe abrir más sus grifos para que el mundo esté correctamente aprovisionado.
Su principal argumento es que, a menos que haya cambios en las políticas energéticas, a finales del año próximo el mundo absorberá 100,6 millones de barriles diarios frente a los 82,9 millones en el segundo trimestre de 2020, en el momento más agudo de la crisis.
En 2021 el incremento de la demanda será de 5,4 millones de barriles diarios hasta una media de 96,4 millones de barriles diarios, lo que supone una revisión marginal a la baja de 50.000 barriles con respecto a lo que había se calculado el mes pasado.
El próximo ejercicio, la subida será menos fuerte pero también muy significativa, de 3,1 millones de barriles.
La evolución será muy desigual por tipos de combustibles. Así por ejemplo, mientras el consumo de etanol y LPG estarán en 2022 un 5 % por encima del que había antes de que se hicieran sentir los efectos de la covid, la situación será muy diferente con los carburantes de la aviación: un 16 % por debajo.
El sector aéreo es uno de los que más está sufriendo la crisis a causa de las restricciones a los desplazamientos y el cierre de fronteras.
A más corto plazo, la agencia cree que este mes de junio el incremento de la demanda global de crudo será de 2,5 millones de barriles diarios respecto a mayo (una de las mayores subidas mensuales del último año) y de 7,4 millones si se compara con la situación hace doce meses.
El avance de las campañas de vacunación en Europa y Norteamérica (regiones que absorben en conjunto el 40 % del petróleo) explican en buena medida esas subidas, que van a continuar en los próximos meses: 1,2 millones de barriles diarios adicionales en julio y 1 millón más en agosto.
Los autores del informe insisten en que no hay inquietud sobre el hecho de que los países productores pueden responder a esas tendencias porque sus márgenes excedentarios son amplios. Pero subrayan que la OPEP y sus socios en su reunión de julio tendrían que plantearse una modificación de los volúmenes que sacan al mercado con su acuerdo.
En abril, las reservas industriales en la OCDE se mantuvieron en términos absolutos relativamente estables con 2.926 millones de barriles, aunque por primera vez en más de un año se quedaron por debajo de la que había sido la media en el periodo 2015-2019, antes del estallido de la crisis de la covid.
La AIE concluye que el mercado parece bastante equilibrado en este trimestre, pero que en el segundo semestre, y en particular en la última parte del año, la relación entre la oferta y la demanda podría ser mucho más tensa.
Más allá de lo que puedan decidir la OPEP y sus socios el mes próximo, también está por ver si se levantan las sanciones internacionales contra Irán, que de esa forma podría aportar al mercado 1,4 millones de barriles diarios más en un breve plazo de tiempo.