Elizabeth Fuentes (ALN).- Escoger la tapicería, el volante, el nuevo color y manejarlo como el primer día, forma parte de la propuesta de la empresa alemana que ha desplegado talleres por todo el mundo para que sus autos resuciten como recién sacados del concesionario. Una chatarra marca Porsche puede transformarse en un auto de lujo con repuestos originales y tapicería y carrocería al gusto del propietario. Y, de ser el caso, convertirse en el objeto de deseo de una lista de exclusivos compradores que andan a la caza de un clásico sin importarles mucho el dinero que involucre semejante capricho. Valga como ejemplo el renacimiento del Porsche 911, año 1972, que se oxidaba en un depósito de Estados Unidos. Un auto con pedigrí porque había sido el ganador de las 24 Horas de Le Mans. Luego de dos años de trabajo, los especialistas de Porsche Classic Partner lo entregaron en perfecto estado y le devolvieron su look original. Este mes, fue llevado a subasta por 225 mil dólares.
La buena noticia es que los representantes de Porsche Classic Partner, como se conoce a los talleres encargados de recuperar, transformar o reconstruir los modelos antiguos de la marca, decidieron ampliar sus talleres a América Latina. Con sedes en Europa, Asia, África y Estados Unidos, los talleres aterrizaron a finales de 2016 en Bogotá, Colombia, desde donde esperan seducir a clientes de Venezuela, Argentina o Chile, siempre que estén dispuestos a esperar varios meses para recibir su auto como nuevo porque el proceso es minucioso y las piezas y certificado de originalidad provienen de la casa matriz, que está en Alemania.
Porsche Classic Colombia aspira a atender a los clientes de Venezuela, Chile y Argentina
-No hemos iniciado aún el trabajo de la recuperación o restauración total de vehículos Porsche. Solo hemos realizado pequeños mantenimientos de vehículos clásicos. Estamos afinando los temas del negocio con la fábrica e internamente -nos responde Alejandro Machado, uno de los representantes de la empresa en Bogotá.
-¿Han recibido solicitudes de otros países cercanos, como Venezuela?
-Por ahora, no podemos recibir vehículos de Venezuela porque no es factible para nosotros esa logística.
A esa «dulce espera», hay que añadir que por semejante ilusión hay que pagar mucho, porque la empresa cobra el trabajo por hora y por cada paso determinado, hasta lograr devolverle a su auto consentido la cara que tenía el día en que lo adquirió.
De acuerdo con cifras oficiales, la hora de montador, carrocería y pintura, significa un desembolso, en cada caso, de 140 dólares la hora. Y por reparación en caso de accidente, 160 dólares la hora. De allí que la restauración global del primer auto que entró a la sede de Bogotá -un Porsche 911 modelo 74– y que significó tres meses de trabajo, pudo costar un aproximado de 100 mil dólares solo en mano de obra, si suponemos que los expertos trabajaron en el auto ocho horas diarias durante tres meses consecutivos. A ello habría que agregarle el costo de los repuestos o de la tapicería original. Por ejemplo, el precio de un volante fluctúa entre 1.580 y 4.750 dólares. Pero si se desea la tapicería en cuero, hay que agregar 2.520 dólares por el interior del auto más 4.460 dólares por los asientos. Los espejos laterales amplían la factura otros 320 dólares y si se quiere un sistema de frenos en cerámica o un tubo de escape silencioso y de aluminio, habría que añadir, respectivamente, 7.210 y 2.890 dólares más.
Tratamos a su vehículo como si fuera nuestro
El mismo Porsche 911 antes de su reconstrucción / Porsche Classic Partner.
Con esta promesa, los voceros de Porsche Classic Partner aseguran que su objetivo «es la preservación de la autenticidad de su Porsche. Todo un reto técnico, porque usamos las herramientas especiales, marcos de carrocería y hojas de datos originales. Y trabajamos en un taller con equipamiento de alta tecnología. Por ejemplo, ofrecemos pintura por inmersión en baño catódico para conseguir la máxima protección frente a la corrosión… Todos los trabajos en su vehículo se realizan dentro de Porsche y con las acostumbradas exigencias de calidad y fidelidad al original. Y se documentan con precisión. En caso de una restauración completa recibirá, junto a un certificado, un auténtico libro con toda la documentación de los trabajos efectuados en su vehículo».
Y aunque todos los concesionarios tienen personal capacitado para operar con vehículos clásicos, trabajar en un Classic Partner implica una especialización y obliga a sus empleados a pasar por cursos exhaustivos antes de ser reconocidos para el desempeño de sus funciones. En 2018, la compañía extenderá la idea de reparar sus clásicos a 100 centros que estarán ubicados en mercados estratégicos de todo el mundo. Los voceros de la marca afirman que el 80% de los deportivos de dos puertas que ha fabricado desde sus inicios, en 1948, siguen circulando por las carreteras. Solo en Colombia, se calcula la existencia de 163 autos clásicos de la marca. Así que en Porsche Classic Colombia esperan mantenerse ocupados por un buen tiempo. También aspiran a recibir vehículos de naciones cercanas para su restauración, como Venezuela, Chile y Argentina, «que tienen un importante parque automotor de clásicos», según aseguraron los voceros de la empresa al diario El Espectador cuando se inauguraron los talleres en Bogotá.
Sotheby’s ha lanzado dos subastas de autos clásicos con siete modelos Porsche en el portafolio
¿Quién da más?
Pero poseer y reconstruir un Porsche tiene una ventaja adicional a exhibir status. La casa Sotheby’s lanzó la Subasta de Autos Clásicos en París el 8 de febrero, luego de un evento similar realizado a mediados de enero en Arizona. El precio del famoso Porsche 911 año 72, que se ganó el premio en Le Mans, osciló entre los 175.000 y 225.000 dólares. Los modelos 2016 Porsche 911 Carrera GTS Rennsport Reunion Edition estaban entre 200 y 300 mil dólares. Esta cifra aumenta escandalosamente cuando se trata del 1995 Porsche 911 Turbo Cabriolet, que se subastó entre 850.000 y un millón de dólares, o el 1970 Porsche 917 Prototype que ascendió hasta los 6 millones de dólares, por su particularidad de pieza única. Así que a la hora de desembolsar mucho dinero para la reconstrucción de ese Porsche clásico que no parecía tener destino, vale considerar el riesgo de llevarlo a subasta y regresar a casa con el costo de la reconstrucción multiplicado en la chequera.