Daniel Gómez (ALN).- Ningún funcionario del stand de Venezuela concederá entrevistas. No al menos a ALnavío. “Remítanse a las comunicaciones oficiales que envíen desde el Ministerio de Turismo”, aclaran amablemente. Mientras se espera por los comunicados, se avistan cambios, como que hay un nuevo stand.
Venezuela muda de piel en Fitur 2019. Del cuartel rojo, pasaron a uno más austero, en el que domina el blanco, y se intercalan paneles promocionales color amarillo, azul, naranja, verde y también rojo.
Otro elemento que cambia es la política de comunicación. Por primera vez en tres años, los tres años que ALnavío lleva asistiendo a la feria, ningún funcionario atendió a este medio. “Remítanse a las comunicaciones oficiales que envíen desde el Ministerio de Turismo”, aclaran amablemente.
Se quedaron mudos. Los funcionarios del Gobierno y también los del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa). La aerolínea estatal, la única empresa promocionada en el stand de Venezuela, adopta la misma política de comunicación. Se remiten a los comunicados de prensa. No quieren hablar.
Lo que se mantiene igual
También hay aspectos que se mantuvieron igual. A diferencia de los siempre concurridos estantes de México, República Dominicana y Colombia, a diferencia incluso de otros menos animados como los de Bolivia y Nicaragua, en el de Venezuela apenas había movimiento.
Como siempre, la zona más animada fue el bar. Había café y dos botellas de ron. Una de Cacique ya vacía, y otra de Carúpano que iba por la mitad. El ron nunca defrauda
Los funcionarios charlaban entre ellos. Los operadores jugaban con el bolígrafo. Las azafatas charlaban con algún curioso. Que los había, pero en ningún caso tantos como en el resto de los puestos.
Como siempre, la zona más animada fue el bar. Había café y dos botellas de ron. Una de Cacique ya vacía, a eso de la una de la tarde, hora española, y otra de Carúpano que iba por la mitad. El ron nunca defrauda.
Sólo hablan los folletos
En la recepción había unos cuantos folletos dispersos. Los mismos que años atrás. Uno, por ejemplo, del Parque Nacional Canaima, ese lugar de selvas, ríos y saltos de agua.
Otro folleto de Los Llanos, región de verde y magia, promociona esa región. Verde por los campos venezolanos, y magia por los cuentos de la zona, llenos de misterio y aventura.
Hubiera sido un placer preguntarles cómo se llega a Canaima y a Los Llanos. Si ahí se siente la inseguridad, la carestía, la devaluación de la moneda. Preguntarles también cómo fue el ejercicio turístico en 2018, cuáles son los planes para 2019, por qué vienen a Fitur…
Hubiera sido un placer, además, preguntarles por el 23 de enero. Qué piensan respecto a esa gran marcha por la libertad que está movilizando el país. Qué piensan sobre el presidente Nicolás Maduro, a quien, desde el 10 de enero, la mayoría de los países del mundo, incluida buena parte de América y Europa, lo llaman ilegítimo.
Pero se quedaron mudos. No atendieron a ALnavío. Habrá que esperar a su versión. Por suerte, ya hablan por ellos sus folletos, y también los códigos bidi, esos cuadrados llenos de dígitos extraños que se leen a través del móvil, y que, en este caso, permiten descargar mapas de Los Roques. Quizá este año esa sea su única innovación.