Ernesto J. Tovar (ALN).- Como se anticipaba, la situación política de las dos dictaduras de la región ha marcado el tono de la discusión y las actividades políticas y diplomáticas en Lima, en la víspera del evento de presidentes y jefes de Estado de toda América.
La Cumbre de las Américas, si bien reúne a los presidentes desde este viernes en Lima, Perú, en realidad empezó el debate político hace un par de meses, cuando se retiró la invitación al mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Las violaciones a los derechos humanos y la deriva dictatorial en Venezuela, sumida en una emergencia humanitaria sin precedentes, y que por decisión del madurismo -a través de la Asamblea Constituyente– convocó a elecciones criticadas por la comunidad internacional, provocaron el rechazo de los aliados de Lima en la región, y también en Europa.
Y de forma similar, el régimen cubano de Raúl Castro -cuya presencia sí está prevista en la Cumbre- se prepara para unos comicios que son más bien una sucesión que favorecerá, según los pronósticos, a Miguel Díaz-Canel, actual primer vicepresidente antillano.
En este ambiente se desarrollaron los primeros días de la VIII Cumbre de las Américas, que si bien tratará la corrupción como tema formal, se espera que provoque nuevos movimientos diplomáticos y políticos sobre la situación en Venezuela y los cientos de miles de ciudadanos que huyen de la miseria dejada por el chavismo.
Un ejemplo fue la reunión a puerta cerrada del secretario de Estado interino, John Sullivan, con grupos de la sociedad civil cubana y venezolana
El evento, pese a que perdió el revuelo que deja a su paso Donald Trump tras su cancelación alegando la atención a Siria, no ha pasado desapercibido por el fuerte lobby que ha estado haciendo la oposición venezolana y cubana con distintos funcionarios de Estados Unidos, Perú, la OEA y otros países que han estado atentos a la situación con los gobiernos de Maduro y Castro.
Un ejemplo fue la reunión a puerta cerrada del secretario de Estado interino, John Sullivan, con grupos de la sociedad civil cubana y venezolana, donde presumiblemente se discutieron mecanismos de colaboración en para la promoción de la democracia, puesto que estuvo también presente el administrador de la agencia USAid, Mark Greene.
El lobby también vino de parte de los expresidentes latinoamericanos del Grupo IDEA: Jorge “Tuto” Quiroga de Bolivia y Miguel Ángel Rodríguez de Costa Rica, que se reunieron con la activista cubana Rosa María Payá (hija del fallecido Osvaldo Payá) y el alcalde de Caracas huido de Venezuela, Antonio Ledezma, en el Congreso de Perú, invitados por el presidente del Parlamento, Luis Galarreta.
Y un tercer encuentro muy llamativo fue el de la vicepresidenta peruana, Mercedes Araoz, con el expresidente de la legítima Asamblea Nacional venezolana, Julio Borges, y con los también huidos políticos venezolanos David Smolansky y Carlos Vecchio, en un foro llamado “Cumbre Democrática por Venezuela”.
Araoz aseguró en el foro que “tanto el expresidente (Pedro Pablo) Kuczynski como ahora el presidente (Martín) Vizcarra dan, de corazón, todo el apoyo para que esos pueblos hermanos tengan la oportunidad de vivir en democracia”. Y añadió que “60 años de dictadura en Cuba es demasiado”, por lo que enfatizó que es hora de pensar cómo puede construirse un tejido democrático en la isla y en Venezuela.
Este foro dio paso a una protesta de unas 2.000 personas en las calles del centro de Lima, donde venezolanos y cubanos opositores llamaron a rechazar las cuestionadas elecciones en ambos países, y que gracias a la protección de 300 oficiales de la Policía Nacional de Perú no pudo ser agredida o saboteada por unos 30 seguidores del madurismo y el castrismo, que con banderas y consignas antiimperialistas se presentaron en el mismo lugar (Leer más: Las dictaduras de Nicolás Maduro y Raúl Castro llevan la intolerancia a la Cumbre de las Américas).
Donde sí se produjo la interrupción de los eventos de la Cumbre fue en un foro donde participaba el secretario general de la OEA, Luis Almagro, que ante los gritos e interrupciones debió abandonar su discurso.
¿Cuál PPK?
Aunque se temiera un fracaso de la Cumbre por la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski hace tres semanas, el peso del conflicto venezolano y la agenda anticorrupción han podido imponerse en las discusiones.
Bien lo mencionaba el congresista peruano Luis Galarreta, cuando destacó esta misma semana que “pese a los alarmistas”, la democracia peruana había mostrado su fortaleza en una transición constitucional del poder, que dejó a Martín Vizcarra al frente del país y como anfitrión de una cumbre que había delineado en primer lugar PPK.
Vizcarra no ha sido desairado con ausencias o cancelaciones de última hora, excepto por la forzada ausencia del presidente ecuatoriano Lenín Moreno, quien volvió a toda prisa a Quito la noche del jueves tras temerse el posible asesinato de los tres miembros del equipo de prensa del diario El Comercio, a manos de grupos guerrilleros colombianos.
La Cancillería peruana anunció que Vizcarra tendría entrevistas privadas con los presidentes y mandatarios de Canadá (quien hizo una presentación), Chile, Bolivia, Colombia, Haití, Honduras, México, y también con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, enviado por Donald Trump tras cancelar el que sería su primer viaje a América Latina.
Y otro punto que es una victoria para la diplomacia peruana es que por primera vez en 13 años la Cumbre tendrá una declaración de consenso, puesto que los cancilleres trabajaron y acordaron durante la semana el “Compromiso de Lima”, en torno a la lucha contra la corrupción con prácticas de más transparencia pública, rendición de cuentas, acceso a la prensa e informacion, y con herramientas para el seguimiento de proyectos.
Asesora y socialité
Pero un Trump sí acudió a la cita de mandatarios americanos. Ivanka Trump, la empresaria hija de Donald, designada asesora de la Casa Blanca por su padre, y quien tenía en su agenda encuentros con movimientos sociales de empoderamiento de la mujer en Perú (uno de los países más afectados por la violencia de género), y una presentación en la Cumbre Empresarial, también por el mismo tema.
Ivanka, con mucho carisma, también visitó la Bolsa de Lima y se le vio permanentemente sonriente y elegante, mostrando el oficio como modelo de pasarela, y muy cómoda y a gusto como representante en labores diplomáticas. E incluso dijo en su Twitter, en español, que tuvo un “increíble primer día en Lima” (Leer más: A falta de Donald, Ivanka Trump se roba el show en la Cumbre de las Américas).