Leticia Núñez (ALN).- El golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009 y la polémica reelección de Juan Orlando Hernández tras enmendar la Constitución marcan el “clima de gran tensión política” que se vive en Honduras tras los comicios del pasado domingo. “Desde 2009 no han logrado salir de la crisis”, dice una experta consultada por ALnavío. Es la cuarta crisis que vive América Latina en pocos días, junto con las de Bolivia y Ecuador, también con el trasfondo de la reelección, y la de Venezuela.
Honduras celebró elecciones presidenciales el domingo pasado, pero por primera vez desde el regreso de la democracia, los resultados de los comicios se han conocido ocho días después. Con un 42,98% de votos, el presidente, Juan Orlando Hernández, seguirá en el cargo tras imponerse al opositor Salvador Nasralla, con un 41,39%. “No había sucedido nunca. Esta situación va a generar una crisis muy difícil”, advierten fuentes consultadas por ALnavío. Vaticinan que la crisis se prolongará más allá de las elecciones y señalan que más bien es un agravamiento de la que se originó en 2009 con el golpe de Estado contra el exmandatario Manuel Zelaya.
“Honduras entró en 2009 en un clima de gran tensión política que desestabilizó completamente el sistema político. Desde entonces no han logrado salir de la crisis”, asegura Ilka Treminio, directora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Costa Rica.
Las heridas de aquel episodio, en el que el Ejército de Honduras detuvo a Zelaya en la residencia presidencial y lo expulsó a Costa Rica por intentar enmendar la Constitución para optar a la reelección, siguen abiertas. El golpe de Estado dividió a la sociedad en dos: golpistas y resistencia. Y el fantasma del 2009 no sólo recorrió las elecciones de 2013, en las que ganó Juan Orlando Hernández, sino que ha vuelto a hacer acto de presencia en las celebradas la semana pasada.
Por ello, Treminio sostiene que “este proceso terminará con un reclamo muy fuerte que no se va a resolver en los próximos meses”. Hay quienes dicen que a Nasralla podría llevarle muchas semanas, e incluso meses, tomar la decisión de retirarse del reclamo. Y avisan: “Declarar ganador al presidente no le va a resolver la crisis política”. Parece que hay crisis para largo.
“Honduras entró en 2009 en un clima de gran tensión política que desestabilizó completamente el sistema político”
Máxime después de que los dos principales candidatos, el presidente Hernández, del Partido Nacional, y Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, se declararon vencedores el domingo 26 de noviembre, sin que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) hubiera informado siquiera del primer avance del recuento.
Tras una inusitada espera, el TSE informó que Nasralla se imponía a Hernández por un margen de hasta cinco puntos. Pero ocurrió “un fallo” en el sistema de transmisión de datos y, al recuperarse, el actual presidente superaba por alrededor de un punto a su rival. Algo que llevó a Nasralla a convocar manifestaciones. Las protestas, que se vienen sucediendo desde el pasado lunes en distintas ciudades del país, han dejado “varios muertos” según la prensa internacional y decenas de heridos.
Algunos ciudadanos, como Laura Tróchez, cuentan a BBC Mundo que “esto hoy ya es la anarquía total”. En la próxima semana en Honduras se mantiene el toque de queda desde las seis de la tarde y el despliegue policial y militar durante todo el día.
“Problema de legitimidad”
Junto con la crisis abierta del golpe de Estado de 2009 aparece otro factor fundamental: la reelección presidencial. Así lo explica Treminio: “Parte importante del escenario político en Honduras es la figura de la reelección. Hernández se reelige gracias a una interpretación que hizo la Corte, que le permitía levantar la prohibición a una reelección que estaba completamente prohibida”.
Pero no sólo eso. La experta agrega que también “se castigaba a quien impulsara una reforma” y esto, precisamente, es “lo que permitió el golpe de Estado a Zelaya”.
Preguntada por si esta reelección es una muestra más de un problema de salud democrática que se extiende por América Latina, Treminio señala que sí porque “el procedimiento que se siguió en el caso hondureño no es del todo aceptado por la sociedad”. En este sentido, explica que la institución a la que corresponde modificar la reelección es el Parlamento o una Constituyente y que, sin embargo, en Honduras se recurrió a los jueces. “Esto genera un problema de legitimidad”, sostiene.
Además, agrega que “los jueces que votaron a favor de modificar la reelección fueron jueces que llegaron a la Sala de lo Constitucional por medio de un movimiento de los jueces anteriores. Destituyeron a todos los jueces, salvo uno. Se hizo esa recomposición y se votó el tema de la reelección”. Elementos que convirtieron en “muy irregular” el proceso reeleccionista. “No es tanto la figura de la reelección sino la manera institucional que se sigue para permitirla”, concluye Treminio.
El Constitucional dio vía libre a Evo Morales para que sea reelegido tantas veces como quiera
De esta forma, la crisis de Honduras se suma a la que viven Bolivia y Ecuador también por la reelección. Un fallo del Tribunal Constitucional dio vía libre a Evo Morales para ser elegido tantas veces como quiera a pesar de la prohibición recogida en la Constitución boliviana de que una persona pueda gobernar más de dos periodos consecutivos y a pesar también de que Morales perdió en 2016 un referéndum en el que intentó anular esa limitación. Mientras, en Ecuador, el exmandatario Rafael Correa acusó de “golpe de Estado” al presidente, Lenín Moreno, por la consulta popular sobre reformas a la Constitución que prevé celebrar.
A esto se agrega la crisis de Venezuela y el nuevo proceso de diálogo entre el Gobierno y la oposición que arrancó el pasado viernes. Tras un primer encuentro, volverán a sentarse en la mesa de negociaciones el 15 de diciembre.