Daniel Gómez (ALN).- “El ciclo de invierno, que es el más importante y productivo del año en Venezuela, está a punto de perderse”. La economía de 17 estados del país “pende de un hilo”. “Ya no queda tiempo”. “Peligra nuestra seguridad alimentaria”. Estas son algunas de las advertencias que hacen las principales asociaciones agrícolas, industriales y comerciales de Venezuela. Alertan que la escasez de combustible pone en riesgo la producción de alimentos en el país. Le piden al gobierno de Nicolás Maduro que tome acción.
La temporada de siembra en Venezuela está amenazada.
Amenazada por la crisis económica. Por los problemas de acceso al financiamiento. Por la inseguridad. Por la falta de incentivos a la producción. Por la falta de respuesta del gobierno de Nicolás Maduro.
A todo esto, se suma una crisis energética, que se ha agravado este 2021 luego de las sanciones a las importaciones de diésel impuestas por Estados Unidos en octubre de 2020.
Este caldo de cultivo ha puesto al sector agrícola en un momento muy delicado. De ahí las advertencias de las principales organizaciones del país.
La Unión Agrícola y Ganadera de los Andes de Venezuela, Unagande, dijo este lunes que el país está en riesgo de desabastecimiento ante la escasez de combustible. Algunos de los indicadores compartidos por la asociación son preocupantes:
– Sólo se produce el 48% de la capacidad instalada de carne de pollo.
– La producción de huevos es de 26% de la capacidad instalada.
– Las centrales azucareras sólo operan al 40%.
– En el estado Portuguesa los planes para cosechar 10 millones de frijol chino se perdieron.
– 50 toneladas de hortalizas tampoco pudieron cosecharse en la zona andina.
En riesgo la temporada más importante del año
Los datos anteriores, dijo el presidente de Unagande, Antonio Escalona Araujo, son consecuencia de la escasez de combustible. Una problemática que puede echar por tierra la temporada de cosechas más importante del año.
“El ciclo de invierno, que es el más importante y productivo del año en Venezuela, está a punto de perderse puesto que no disponemos del diésel para movilizar la maquinaria en las labores de labranza, siembra, fumigación, cosecha y transporte”, dijo Escalona.
Recordó que, con la llegada de las primeras lluvias, los agricultores comienzan a preparar y arar las tierras, “pero la falta de combustible impide a más del 90% de los productores iniciar las siembras”.
También anticipa pérdidas en la producción de leche “ante la imposibilidad de conservación y traslado oportuno a las receptorías y empresas procesadoras”.
“Hoy menos del 10% de la población venezolana goza de seguridad alimentaria mientras que la mayoría de las personas presentan altos índices de desnutrición”, agregó Escalona.
Desde la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), también han avistado problemas con la gasolina y la producción de alimentos.
Fedecámaras Zulia dijo la semana pasada que, a más de 400 días de haberse decretado la cuarentena, “los ciudadanos deben permanecer hasta 10 días en colas para repostar combustible”, lo cual tiene un impacto directo en el campo.
“Hemos alertado sobre la paralización del sector productivo por falta de diésel, pero no vemos interés alguno de las autoridades regionales, al parecer poco les importa el desabastecimiento de productos alimenticios en el Zulia”, apuntó.
Venezuela se queda sin tiempo
La Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), así como la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) y el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), dijeron hace dos semanas que los campos, las fábricas y las tiendas “ya no disponen de tiempo”.
“Exigimos, de manera contundente, atención prioritaria para los sectores productivos, sobre todo si tomamos en consideración que el sistema alimentario es medular. Desde hace meses venimos advirtiendo sobre las terribles consecuencias que genera la falta, casi absoluta en todo el territorio nacional, del vital combustible y de cómo está afectando al sector productivo”, apuntaron en el comunicado.
Estos tres organismos recuerdan que con gasoil se mueve Venezuela.
“Las cosechas y la materia prima deben ser movilizadas desde el campo hasta las ciudades y las fábricas. Ante un servicio eléctrico deficiente, muchas industrias se han visto obligadas a generar su propia energía, mediante plantas eléctricas que funcionan con gasoil, necesarias para encender la maquinaria y los equipos requeridos para la elaboración de los productos que llenan los anaqueles de los comercios venezolanos”, reza el comunicado.
Fedeagro, Conindustria y Consecomercio también señalan que la economía en 17 estados del país “pende de un hilo”. Lo hacen porque si el proceso de siembra no se lleva a cabo por la falta de combustible, “será imposible producir los alimentos que los venezolanos pondrán en su plato”.
“Peligra nuestra seguridad alimentaria”, apuntaron.
Le piden acción al gobierno
Mientras Venezuela sigue esperando los resultados de un plan de contingencia que anunció Nicolás Maduro el 21 de abril, Fedeagro, Conindustriay Consecomercio piden acción, al tiempo que se dicen dispuestos a ayudar.
“Solamente el Estado tiene la capacidad y los recursos necesarios para solventar la inminente crisis que se avecina, ante la probabilidad de que sea imposible comenzar con la actividad de siembra. El Ejecutivo Nacional tiene la solución a esta problemática, y exigimos acciones concretas en este sentido”, apuntan.
“Salir de esta problemática no está en nuestras manos. Urge que las autoridades solucionen, en el menor tiempo posible y definitivamente, el abastecimiento de gasoil. Desde las organizaciones que representamos, nos comprometemos a trabajar, de manera conjunta, en el diseño de los planes y las políticas necesarias para revertir la situación”, sentencian.