(EFE).- La corriente oceánica del Atlántico Norte (AMOC), que interviene en la regulación de las temperaturas del planeta, podría verse muy debilitada debido al futuro calentamiento global, aunque sería capaz de evitar el colapso.
Una investigación encabezada por la Universidad de Exeter (Reino Unido) y que publica Nature rebate a otra de hace dos años, que advertía de que la AMOC podía colapsar hacia mediados de siglo o potencialmente en cualquier momento desde 2025.
La AMOC es importante para el transporte de calor hacia el norte en el Atlántico y desempeña un papel fundamental en la transferencia de calor y la absorción de carbono, con implicaciones para el cambio climático mundial y regional.
Hasta ahora, las proyecciones sugieren que esa corriente podría debilitarse por un aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, la afluencia de agua dulce por el deshielo en Groenlandia y los cambios en las precipitaciones vinculados al cambio climático.
Sin embargo, la evolución futura de la AMOC no está clara, por eso, el equipo usó 34 modelos para evaluar su comportamiento ante cambios extremos en las concentraciones de gases de efecto invernadero y en los niveles de agua dulce del Atlántico Norte.
La investigación señala que, aunque es probable que la circulación se debilite en escenarios de calentamiento global, otros procesos oceánicos podrían evitar su colapso, si bien los autores destacan la necesidad de seguir investigando para comprender las interacciones entre estos procesos.
La surgencia o afloramiento de aguas (un proceso por el que el agua fría de las profundidades del océano sube a la superficie) en el océano Austral, impulsada por los vientos allí persistentes, “sostienen una AMOC debilitada en todos los casos, impidiendo su colapso completo”, indica el estudio.
Los autores señalan que este afloramiento debe equilibrarse con el abatimiento en los océanos Atlántico o Pacífico y que la AMOC solo puede colapsarse si se desarrolla una circulación de inversión en el Pacífico (PMOC).
En casi todos los modelos, “de forma sorprendente”, aparece una PMOC, pero “es demasiado débil para equilibrar todo el afloramiento del océano Austral, lo que sugiere que es poco probable que se produzca un colapso de la AMOC este siglo”, según la investigación.
El equipo considera que se necesita “urgentemente” una mejor comprensión y estimaciones de las circulaciones del Océano Antártico y del Indo-Pacífico para predecir con exactitud los cambios futuros de la AMOC.