Leticia Núñez (ALN).- El Grupo Joca, que en 2011 presentó un Expediente de Regulación de Empleo que afectó a 193 trabajadores, cerró 2017 adjudicándose un nuevo contrato en Bolivia: la construcción de un hospital por 12 millones de euros. En septiembre, logró otros tres proyectos en Panamá por 22 millones y en agosto comenzó a construir un ferrocarril de 42 kilómetros en Cochabamba, que el Estado boliviano financia con 380 millones de euros.
Corría el año 2011. La crisis económica se llevó por delante un sinfín de empresas en España. El grupo de construcción e ingeniería Joca fue uno de los que presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a 193 trabajadores. La compañía argumentó entonces que la licitación pública había caído a “niveles insospechados de hasta un 80% en algunos organismos públicos y Comunidades Autonómas”. Sin embargo, lejos de venirse abajo Joca encontró en América Latina su particular tabla de salvación.
Desde 2009 estaba presente en Perú y ese mismo 2011 creó una nueva sucursal en Panamá. Después, reforzó su presencia en Latinoamérica con la apertura de una filial en Bolivia en 2015. Y un año más tarde, hizo lo propio en Ecuador. Además, lanzó acciones comerciales en Colombia, Costa Rica y Cuba.
La apuesta ha dado sus frutos. Sólo en 2017 la constructora española, con 35 años de experiencia, se adjudicó cinco contratos en Latinoamérica. El último fue el pasado 29 de diciembre. Joca construirá un hospital en la región boliviana de La Paz, en el municipio de Coripata, que contará con una inversión de 14,5 millones de dólares (unos 12 millones de euros), según informó la compañía. Dará servicio a 120.000 personas.
El proyecto, que será ejecutado por Joca Sucursal Bolivia, incluye el diseño del hospital, para lo que dispone de un plazo de seis meses, así como su construcción y equipamiento en un tiempo máximo de un año. La filial del grupo español también se encargará de la puesta en marcha y de la transferencia tecnológica.
Joca se adjudicó en agosto la demolición de unos edificios para la nueva sede de la CAF
Según el comunicado de la firma, tras esta adjudicación, la empresa suma una cartera de trabajo superior a los 650 millones de dólares (542 millones de euros) y lidera proyectos por un importe superior a 900 millones de dólares (750 millones de euros).
Este último proyecto ha sido la guinda a un 2017 en el que también consiguió tres proyectos en Panamá por 26 millones de dólares (22 millones de euros). El primero, por unos 23 millones de dólares (19 millones de euros), se centrará en el diseño, construcción y mantenimiento de la red de alcantarillado y de la planta de tratamiento de aguas residuales de la ciudad de Almirante, provincia de Bocas del Toro (Panamá).
El segundo contrato en el país centroamericano fue la demolición de unos edificios para la nueva sede de la Corporación Andina de Fomento (Banco de Desarrollo de América Latina), por alrededor de 1 millón de dólares (829.000 euros). Y la tercera adjudicación, por casi 2 millones de dólares (1,6 millones de euros), consiste en el diseño y construcción de dos tramos de carretera en la provincia de Herrera (Panamá); uno para la conexión Parita-Puerto Limón, y otro que corresponde al ramal Sarigua.
Pero no sólo eso. A mediados de agosto, comenzó a construir junto con la suizo-alemana Monari un ferrocarril de 42 kilómetros en Bolivia, que cuenta con una financiación de 447 millones de dólares (380 millones de euros) por parte del Estado boliviano.
Según informó el ministro boliviano de Obras Públicas, Milton Claros, el consorcio denominado Asociación Accidental Tunari construirá el tren eléctrico metropolitano que cubrirá los tramos entre la ciudad central de Cochabamba y varias localidades aledañas. De acuerdo con el ministro, es una solución a la demanda de transporte masivo en la zona y un medio “ecológico y amigable con el medioambiente”.
Joca se adjudicó la obra en septiembre de 2015, pero finalmente se alió con Monari ofreciendo al Gobierno mejores condiciones para la construcción.