Carlos Moreno (ALN).- Nicolás Maduro no quiere salir de Venezuela ni para ir a la ONU. Dice estar más “seguro” en el país, aunque una fuente de la Cancillería en Caracas sostiene que su temor es porque existe la posibilidad de que se emita un dictamen de la Corte Penal Internacional que podría someterlo a un escenario fuera de su control en Estados Unidos. Ya suma un año sin salir del país.
Nicolás Maduro nota cómo se cierra el cerco y ahora ha renunciado hasta a salir de Venezuela para ir a la Asamblea General de las Naciones Unidas que se inicia la próxima semana. Será protagonista, pero por las innumerables denuncias de promoción de terrorismo y la alianza con las FARC y el ELN que expondrá el gobierno de Colombia.
“Yo fui el año pasado a Nueva York. Este año no voy a ir, este año me quedo con ustedes trabajando en Venezuela, bien seguro y bien tranquilo”.
No se siente seguro fuera de Venezuela, ni dentro tampoco. Ha tenido que lidiar con sus propios escándalos de traición de personajes muy cercanos, como Hugo “El pollo” Carvajal, director de Contrainteligencia Militar, hoy procesado en España con pedido de extradición de EEUU y quien llama a derrocarlo.
Una comisión de investigación contra Maduro en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU puede terminar de consolidarse en los próximos días por las presiones de líderes políticos, organizaciones y gobiernos que pujan por estrechar el cerco al régimen. Cualquier resultado puede conllevar una reacción coordinada con la Corte Penal Internacional.
O también Cristopher Figuera, un jefe de inteligencia que habría liberado a Leopoldo López de su arresto domiciliario y que ahora aporta datos a EEUU sobre el amparo de Maduro a la guerrilla colombiana.
Así Maduro soltó una frase que denota temor, aunque la haya intentado matizar asegurando que su vicepresidenta Delcy Rodríguez y su canciller Jorge Arreaza llevarán 12 millones de firmas a la ONU para denunciar al gobierno de Estados Unidos por las sanciones contra su régimen.
Una fuente de la Cancillería de Maduro en Caracas asegura al diario ALnavío que este no va a Naciones Unidas por temor a que una probable acción de la Corte Penal Internacional (CPI) lo ponga en riesgo.
“Él sabe que se está moviendo con fuerza una Comisión de Investigación en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y si esa comisión sale adelante e insiste en los casos ya presentados ante la Corte Penal Internacional, esta puede hacer un pronunciamiento y podría resultar retenido”, señala.
Según la fuente, el Informe Bachelet le hizo un daño enorme al régimen en instancias de la ONU, y hasta hoy los efectos siguen siendo aplastantes.
Organizaciones no gubernamentales, líderes políticos y hasta universidades han exigido a Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, la conformación de una comisión que investigue el caso venezolano.
Al menos 11 han hecho este requerimiento: Amnistía Internacional, Cofavic, Espacio Público, Global Centre Of Responsability to Protect, Human Rights Watch, Provea, Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, Civilis Derechos Humanos, Comisión Internacional de Juristas y Cepaz.
Pero también está María Alejandra Aristiguieta, embajadora del presidente encargado Juan Guaidó en Suiza, y Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López, quienes adelantan acciones diplomáticas para sumar apoyos y lograr la activación de esta medida.
La fuente en Caracas confirmó que Félix Plasencia, viceministro para Temas Multilaterales del régimen de Maduro, es el encargado, junto con el canciller Arreaza, de frenar los intentos de activar la comisión de investigación.
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“Maduro le ordenó a Plasencia que se moviera duro para frenar, con apoyo de varios países, cualquier conformación de ese tipo”, dijo.
Y al frente de la defensa del régimen ante la Corte Penal Internacional juega su rol principal Haifa El Aissami, hermana del ministro de Industria Tareck El Aissami.
Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas y expreso político del régimen de Maduro, coincide en que hay mecanismos internacionales que se pueden activar si Maduro llega a salir de Venezuela, y por lo tanto reconoce que debe mantenerse dentro.
“Hay muchas piezas en instancias judiciales del mundo que lo hacen vulnerable, por eso no se siente seguro saliendo del país, salvo los viajes clandestinos a Cuba. No es descartable que se active alguna acción en su contra si llega a Nueva York, Maduro y su familia tienen expedientes por narcotráfico, hay evidencias de que el año pasado salieron de Venezuela más de 240 toneladas de cocaína, y también que en el Arco Minero tienen lotes de explotación los terroristas de Hezbollah”, apuntó.
Diego Arria, exembajador de Venezuela ante la ONU, señaló al diario ALnavío que Maduro no asiste a la ONU porque conoce la “pésima recepción” que tendría.
“Al menos 60 países se levantarían de sus sillas al verlo llegar. Lo que quiere evitar es verse involucrado en manifestaciones en Nueva York en su contra y la negativa de muchos jefes de Estado a compartir con él. Pero miente además diciendo que su lugar seguro es Venezuela. El lugar más inseguro para Maduro es precisamente Venezuela, donde el 85% de la gente lo rechaza y o condena”, dijo Arria.
Julio Borges, canciller designado por Guaidó, aseguró que Maduro tiene miedo de ir a la ONU, “porque sabe que está completamente cercado y sabe del repudio mundial que se le viene encima. No tiene argumentos para defender el Estado fallido que ha creado y que está promoviendo el narcoterrorismo en toda la región, y tampoco puede tapar la terrible crisis humanitaria a la que ha condenado al país”, publicó en su cuenta oficial de Twitter.
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Maduro tiene un año que no viaja. Al menos en el parte oficial. Su más reciente salida del país fue para buscar un salvavidas económico en China en septiembre de 2018, con una parada excéntrica en Turquía que se hizo viral por su visita al exclusivo restaurante Salt Bae donde cortaron carnes especiales para él y su esposa Cilia Flores, y a finales de ese mismo mes, su aparición en Nueva York en la Asamblea General de la ONU.
Y aunque había anunciado que iría a presentar en las próximas sesiones de la Asamblea General de la ONU las pruebas de un supuesto plan de Estados Unidos y Colombia para sacarlo del poder, ahora se retracta y envía a mensajeros. Iván Duque, presidente de Colombia, lleva la delantera en ese frente de batalla donde se esperaba que se vieran las caras.