Daniel Gómez (ALN).- La Agencia Tributaria española pone el foco sobre las divisas digitales tipo bitcoin. No será fácil, pues por su naturaleza, son difíciles de rastrear. Aun así, es un paso que ayudará a la administración a entender la importancia de esta tecnología de la que saldrán los Google y Amazon del futuro.
La medida de la Agencia Tributaria española para las criptomonedas “en ningún caso es un riesgo, sino un marco desde el que se puede colaborar con la administración para que entiendan su importancia”, dijo al diario ALnavío José Antonio Bravo Mateu, director gerente de la asesora Negotians, experto fiscal en divisas digitales y miembro de Blockchain España, un ecosistema de expertos y empresarios que pretende impulsar las tecnologías criptográficas en Iberoamérica y Europa.
Este martes, Hacienda publicó el Plan de Control Tributario 2018 en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Un plan que tiene carácter reservado y del que sólo se detallan las directrices generales. En lo que respecta a las criptomonedas, seguirá dos líneas de investigación.
La primera: “Estudiar la incidencia fiscal de nuevas tecnologías, como blockchain (cadenas de bloque), y, en especial, las criptomonedas”.
La segunda: “La utilización por el crimen organizado de la internet profunda, o deep web, para el tráfico y comercio de todo tipo de bienes ilícitos, así como el empleo de criptomonedas tipo bitcoin o similar como medios de pago, es uno de los desafíos más exigentes en la actualidad. Para afrontar esta amenaza, se potenciará el uso por las unidades de investigación de la Agencia Tributaria de las nuevas tecnologías de recopilación y análisis de información en todo tipo de redes”.
Para Bravo Mateu, la primera línea del plan “podría llevar a la creación de normas más específicas para la tributación de las criptomonedas y los tokens criptográficos (unidad de valor que puede convertir derechos en activos digitales)”.
Tanto en España como en la Unión Europea, este tipo de activos se definen como medios de pago, por lo que el resultado de estas operaciones debe figurar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), al que se aplica una escala de ahorro que oscila entre el 19% y el 23% de tributación, explicó el analista.
En esta línea, agregó: “Las ganancias latentes o diferencias en precio anuales no realizadas sólo están gravadas cuando el contribuyente es una persona jurídica afectada por el Impuesto sobre Sociedades, que es del 25%. Además, al ser calificadas como medios de pago, se encuentran sujetas y exentas del Impuesto sobre el Valor Añadido”.
Lo que ocurre, detalló Bravo Mateu, es que hay muchas personas, también conocidas como traders, que se dedican a la compra-venta de activos financieros de estas divisas digitales. Personas que realizan gran cantidad de operaciones al año y que, por ello, tienen una dificultad bastante grande para registrar todos esos movimientos.
Aun así, el analista apuntó que uno de los propósitos del organismo es crear conciencia de la necesidad de llevar registros a los traders: “Aunque sea para evaluar si las estrategias de compra-venta funcionan de forma óptima”.
Sobre este primer punto, Bravo Mateu sentenció: “Como usuarios de criptomonedas es del máximo interés que la Agencia Tributaria tenga conocimiento de cómo funcionan las casas de cambio, porque de esta forma podrá comprender la dificultad de esta tarea, y podría introducir métodos más simplificados, como que se defina como variación patrimonial en criptomonedas solamente cuando se vuelvan a traducir a euros o cualquier otra moneda de curso legal”.
“Un brindis al sol”
Este parecer no es exclusivo del experto fiscal. Daniel García, corredor de bolsa de XTB, dijo a ALnavío que la medida de Hacienda es “muy oportuna” ya que “es un mercado en el que se están moviendo grandes cantidades de dinero”.
“Toda regulación que dé seguridad jurídica y que deje las cosas claras es bienvenida”
Ignacio García Medina, jefe de marketing de Wamalax, apuntó también a este diario que “toda regulación que dé seguridad jurídica y que deje las cosas claras es bienvenida. Así uno puede operar sabiendo que no le van a cambiar las reglas del juego”.
De igual manera, el director de tecnología de la impulsora blockchain Clluc, Santiago Márquez Solís, señaló que las intenciones de Hacienda “son muy buenas” pero que se olvidan de algo. “Por su naturaleza, las criptomonedas son muy difíciles de trazar. Con suerte se puede llegar a una dirección, pero no sin antes resolver muchos interrogantes”.
Una de las peculiaridades de las criptomonedas tipo bitcoin es que son anónimas y, por tanto, muy difíciles de rastrear. De ahí que los propósitos de Hacienda despierten dudas entre los creyentes de las criptomonedas.
“Es muy difícil que la propuesta, que es muy vaga, pueda ser llevada a cabo de forma técnica”, dijo el analista de Wallamax. Con sátira, Márquez Solís llegó a definirla como “un brindis al sol”.
Criptomonedas para el crimen
Sobre la segunda línea de investigación, Hacienda puso el foco en las actividades ilícitas que pueden llevarse a cabo con las criptomonedas. El anonimato que ofrece el bitcoin, por ejemplo, ha hecho que muchas personas la relacionen con la moneda del crimen, perfecta para comprar armas, drogas y lavar dinero.
Esta “amenaza”, como la define la Agencia Tributaria en el BOE, no es tan peligrosa como pudiera parecer. El Centro de Sanciones y Finanzas Ilícitas de la Fundación para la Defensa de las Democracias, tras rastrear los movimientos de fondos ilícitos dentro de la economía bitcoin de 2013 a 2016, concluyó que el fraude con bitcoin ni siquiera alcanzó el 1% (Leer más: Estas son las últimas noticias del universo de las criptomonedas).
“Creo interesante que la Agencia Tributaria haga sus estudios acerca de su uso en estas actividades delictivas. Para el usuario medio de criptomonedas es necesario alejarlas de ese mantra que las califica de dinero para delincuentes y que tan perjudicial es para la tecnología blockchain, que tiene usos mucho más interesantes para la vida diaria”, subrayó el analista fiscal Bravo Mateu.
A diferencia de las criptomonedas, el blockchain sí está teniendo una buena acogida. Las grandes multinacionales, sobre todo financieras, están invirtiendo en desarrollar las cadenas de bloques. Una tecnología con la que, como aclaró Márquez Solís, “es posible realizar transacciones con total seguridad, aunque el tercero no sea de confianza”.
Márquez Solís, que fue el primero en España en recoger toda la información existente sobre el bitcoin (Bitcoin. Guía completa de la moneda del futuro, 2016), aseguró que el futuro pasará por las tecnologías cripto. “Los más disruptivos hoy serán los próximos Google y Amazon”, manifestó.
En esta línea, llama la atención la apuesta que está haciendo Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG), el grupo bancario número uno de Japón y el cuarto del mundo, el cual planea lanzar una criptomoneda propia en 2018 y con ella, una casa de cambio con la que mantener su valor equiparado al yen.
Con el plan de la Agencia Tributaria, en España preocupa que un exceso de regulación termine frenando el desarrollo del blockchain por el que están apostando todos los bancos del Ibex 35 y otras grandes firmas como Repsol. Por suerte, la Unión Europa es un territorio amigable tanto para las cadenas de bloques como las criptomonedas.
“La Unión Europea es uno de los territorios donde la regulación de las criptomonedas y de su tributación es más favorable. Sin ir más lejos, las leyes restrictivas de la privacidad de los operadores que se están anunciando en Corea del Sur o la nueva ley tributaria de EEUU son mucho más perjudiciales para la aparición de un ecosistema blockchain”, concluyó Bravo Mateu.