Antonio José Chinchetru (ALN).- “La venta del Popular ha evitado un tremendo dolor de cabeza al Gobierno”. Así de claro se expresa Ana Samboal, autora del libro ‘Ana Botín. Nacida para triunfar’. La periodista y escritora ha hablado con ALnavío sobre esta obra y sobre la presidenta del Banco Santander.
La actual presidenta del Banco Santander es una de las mujeres más poderosas del sistema financiero internacional, de España, y de Europa. La periodista Ana Samboal repasa toda su trayectoria, así como la historia del Grupo Botín durante las últimas décadas, en Ana Botín. Nacida para triunfar. Como si el azar hubiera querido favorecer a la autora, la obra se presentó pocos días antes de que la entidad anunciara la adquisición del Banco Popular.
Ana Samboal ha conversado con ALnavío sobre la figura de Ana Botín, así como de los puntos clave que marcarán su etapa al frente del Santander.
–Emilio Botín no dudaba en meterse en asuntos políticos. Usted misma recuerda que se decía de él que quitaba y ponía gobiernos, que hizo gestos que molestaron a diferentes presidentes, pero también que defendía que había que llevarse bien con el Ejecutivo. De Ana Botín, sostiene que prefiere mantener distancias con los políticos. ¿Por qué cree que actúa de manera tan diferente a su padre?
-Mantiene contactos con políticos, con el Gobierno de España, con presidentes autonómicos, con los jefes de Estado de los países en los que el Santander tiene intereses… Y es lógico que lo haga. Lo que no ha hecho, a diferencia de su padre, es mojarse por un candidato en las elecciones. ¿Por qué? Ella tendría que responder. Fue ella la que, al parecer, le advirtió a su padre que (José Luis Rodríguez) Zapatero podía ganar en 2004. Quizá prefiera mantenerse al margen de la contienda electoral porque los tiempos han cambiado. Bastante tienen los presidentes de las empresas en sacarlas adelante.
-Cuando el Santander adquirió el Central Hispano para convertirse en el mayor banco de España y uno de los principales del mundo, la jugada molestó al gobierno de Felipe González. El presidente socialista prefería que el banco absorbido hubiera sido comprado por el entonces BBV. ¿Ha hecho algo parecido Ana Botín con el Popular con respecto al Ejecutivo de Mariano Rajoy?
-Yo creo que no, al contrario. La venta del Popular ha evitado un tremendo dolor de cabeza al Gobierno. Es el primer banco que cae que no ha requerido de dinero público.
Interferencias políticas
-Al margen de lo anterior, a lo largo de todo el libro se percibe la constante interferencia del poder político en el sistema bancario español. ¿Qué consecuencias tiene para el sector?
-Toda injerencia del poder en el tejido productivo es, en mi opinión, negativa. Yo creo que la obligación de cualquier gobierno es fijar unas normas claras y transparentes, vigilar para que se cumplan y de ese modo proteger al ciudadano. A partir de ahí, cualquier intervención, que en muchos casos no responde más que a intereses espurios, solo provoca distorsiones en el mercado que acabamos pagando todos.
-En el largo camino hasta la presidencia del Santander, hubo quienes quisieron apartarla de su papel de clara heredera del trono en el banco. ¿Cree que ahora habrá quien quiera desplazarla una vez que está al frente de la entidad?
-No lo creo. No solo tiene el poder formalmente, se ha hecho con las riendas del banco. Y la operación del Popular ha afianzado su posición. Siempre habrá quien la cuestione y si comete graves errores quizá tenga problemas. Pero tal y como están hoy las cosas parece difícil que se pueda cuestionar su liderazgo.
Continúa la apuesta por América
-El abuelo de Ana Botín convirtió al Santander en uno de los principales bancos de España, su padre en una de las principales entidades europeas y en América. ¿Cree que ella intentará emular esos logros con algún nuevo reto similar?
-No se ha amilanado con la compra del Popular… Eso reforzará su posición en pymes, que es un mercado en el que quiere crecer. Yo pienso que su objetivo es hacer del Santander una entidad más sólida fidelizando a los clientes, arañando cuota de mercado sin despreciar compras, pero sobre todo a través del crecimiento orgánico.
-¿Mantendrá la apuesta por América de su padre?
-América es la apuesta de su padre que ella desarrolla como responsable de esa división. América es uno de los pilares del banco y ella lo ha manifestado en múltiples ocasiones. Brasil es uno de sus grandes mercados.
-Según usted, se dice que ella llegó a plantear llevarse la sede del Santander a Londres. ¿Cree que es cierto? Si es así, ¿el Brexit lo impedirá o es una opción ya descartada?
-A oídos del Gobierno llegó la noticia de que planeaba trasladar a Londres la sede, aunque en el banco lo niegan. Esa es la información. Si estuvo en sus planes, yo diría que hoy por hoy no se contempla.
-Cuando llegó a Londres a presidir el Santander UK, fue mal vista por la City, por considerarla una “hija de papá” en vez de una ejecutiva profesional. ¿Cómo logró cambiar su imagen hasta ser tan respetada como lo es hoy en día?
-Trabajó para consolidar el banco y también hizo una fabulosa campaña de imagen que le salió muy bien. Ahí sí hizo su apuesta política, su buena relación con David Cameron también le reportó beneficios en forma de reputación.
-¿Ser mujer ha supuesto para ella tener que enfrentar obstáculos añadidos durante su carrera?
-Sí, eso es indudable. Yo creo que le han exigido más por el hecho de ser mujer.