(EFE).- La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) reiteró este jueves a las autoridades de Venezuela que garanticen «el respeto del ejercicio de los derechos ciudadanos consagrados en la Constitución», ante «la incertidumbre» del resultado oficial de las presidenciales, que ratificó a Nicolás Maduro como presidente reelecto, lo que desató protestas y cuestionamientos dentro y fuera del país.
«La Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana envía un cuarto mensaje para recordar a las autoridades la obligación de respetar los derechos ciudadanos», expresó en una publicación en la red social Instagram.
La CEV pidió al Gobierno garantizar «la libertad de expresión» y «la manifestación pacífica», cuando en Venezuela se registran, según las autoridades, 25 muertes y más de 2.400 detenciones durante las protestas poselectorales contra el resultado anunciado por el CNE.
«La libertad de expresión y la manifestación pacífica de las propias posiciones políticas son derechos consagrados en la Constitución», recordaron los obispos, a la vez que invitaron a los venezolanos a «promover una convivencia social, sana y pacífica».
El pasado 7 de agosto, la CEV hizo un llamado a «respetar la soberanía del pueblo» expresada el pasado 28 de julio, cuando se celebraron las presidenciales, en las que la mayor coalición opositora asegura que su abanderado, Edmundo González Urrutia, es el ganador, luego de reunir el «83,5 %» de las actas electorales que -insisten- demuestran este triunfo, pese al resultado oficial.
Por su parte, Maduro desestima las actas reunidas por el antichavismo al considerar que son falsas y ha reiterado que el sistema del CNE sufrió un jaqueo, como lo anunció la institución, lo que causó retrasos en la publicación de resultados desagregados, pero no impidió que el mandatario fuera proclamado como reelecto.
El martes, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, denunció «el elevado y continuo número de detenciones arbitrarias» y el «uso desproporcionado» de la fuerza reportados tras las protestas contra el resultado oficial de las presidenciales del 28 de julio, una afirmación que el Gobierno rechazó.
El proclamado triunfo de Maduro para un tercer mandato consecutivo ha sido cuestionado por varios Gobiernos extranjeros y grupos de veeduría internacional.