María Rodríguez (ALN).- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe se compromete a eliminar la pobreza “en todas sus formas” antes de 2030. Para ello apuesta por un ingreso básico garantizado universal. Implantarlo “no es un objetivo imposible”, subraya la institución en el informe La ineficiencia de la desigualdad.
La pobreza afecta a más de 30% de la población en América Latina, es decir, a 187 millones de personas, según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En la búsqueda de una solución para este problema, la Cepal propone que se instaure un ingreso básico universal. “No es un objetivo imposible y puede convertirse en una herramienta que ponga fin a la pobreza”, subraya la institución en el reciente informe La ineficiencia de la desigualdad.
“Nos hemos comprometido a eliminar la pobreza en todas sus formas para el 2030. Tenemos que acelerar el paso”, dijo a este respecto desde La Habana, Alicia Bárcena, secretara ejecutiva de la Cepal, según recoge la agencia Andes. En la capital cubana Bárcena inauguró la semana pasada el 37 período de sesiones de la institución en presencia del secretario general de la ONU, António Guterres, y del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
La pobreza afecta a más de 30% de la población en América Latina, es decir, a 187 millones de personas
Uno de los pasos sería la instauración de ese ingreso básico, que la Cepal define como “un pago universal incondicional, constante y regular que el Estado entrega a los habitantes del país y que les permite satisfacer sus necesidades básicas”.
En este sentido, “en los países de la región el ingreso básico garantizado universal podría implementarse de manera gradual, progresiva y con una perspectiva de largo plazo”, explica la institución en el reporte. Añade que las modalidades para su implantación son muy variadas. Por ejemplo, se podrían definir tanto por grupos de edad como por territorios y niveles de ingreso, aunque todo dependería de las condiciones de cada país.
“En América Latina y el Caribe, el debate sobre el ingreso básico se da a partir de la expansión relativamente reciente de la protección social no contributiva”, afirman en el informe. La institución defiende que la implementación del ingreso básico sería “una evolución de las transferencias monetarias condicionadas que se han aplicado en los últimos 20 años y que, a lo largo del tiempo, han legitimado la posibilidad de acceder al ingreso por una vía distinta a la de la propiedad de activos o el empleo”.
La Cepal recuerda que tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo se discute, “cada vez con más fuerza”, la introducción de un ingreso básico “como complemento y refuerzo de los sistemas de protección social”.
La institución subraya el objetivo que se persigue: “Hacer frente a la persistencia de la pobreza y la desigualdad y al impacto incierto de los procesos de cambio tecnológico”.
Según el informe Panorama Social 2017 de la Cepal, presentado en diciembre de 2017, tras más de una década de reducción de los niveles de pobreza en la mayoría de los países de América Latina, la tendencia ha cambiado.
En 2014, 28,5% de la población latinoamericana se encontraba en situación de pobreza, es decir, 168 millones de personas. Este porcentaje aumentó a 29,8% en 2015 (178 millones) y a 30,7% en 2016 (186 millones de personas). Se estima que en 2017 la tasa se mantuvo en torno a 30%.