Elizabeth Fuentes (ALN).- La fiebre de Airbnb ha generado un negocio redondo para todos los bolsillos. Ahora, con un buen puñado de dólares en la cuenta bancaria, los ricos y famosos pueden alquilar desde la villa frente al mar en Beverly Hills que perteneció a Elvis Presley hasta un palacio en la Toscana o una mansión con vista a la Torre Eiffel, entre las decenas de ofertas disponibles.
La preocupación de mantener desocupada una propiedad de lujo que sólo se disfrutaba durante las vacaciones condujo al canadiense Joe Poulin a crear Luxury Retreats, una plataforma dirigida a satisfacer el mercado de los ricos y famosos en ambos sentidos: para los propietarios, sus mansiones vacacionales se convertirían en una fuente de liquidez inesperada, y para los privilegiados usuarios, en una manera de disfrutar a su escala la estadía en París, Barcelona o Tailandia, con el beneficio de la privacidad más absoluta.
El éxito fue casi inmediato y la empresa logró seducir a los exitosos propietarios de 4.000 viviendas ubicadas en los sitios más hermosos y solicitados del planeta, un negocio tan redondo que el gigante Airbnb terminó adquiriéndolo a principios de este año en 300 millones de dólares, aunque el canadiense Poulin logró continuar liderando la compañía.
Luxury Retreats tiene un promedio de seis millones de visitantes al año y maneja 11.000 reservas anuales
Un poco antes de la compra, los socios de Art Market Monitor se habían asociado con Luxury Retreats porque consideraban que, al igual que el arte, las casas de vacaciones eran una fuente de liquidez sin explotar. “Su segunda casa, pied-a-terre o propiedad de inversión puede estar desocupada la mayor parte del tiempo. Los retiros de lujo pueden ayudarlo a generar un rendimiento que valga la pena cuando no está allí. Permitir que los huéspedes permanezcan en su propiedad también garantiza el mantenimiento actualizado. Su propiedad estará en mejor forma de lo que estaría si se dejara vacante”, fueron varios de los argumentos que convencieron a los propietarios de arriesgarse a alquilar sus mansiones vacacionales.
De todo para algunos pocos
Hoy Luxury Retreats tiene un promedio de seis millones de visitantes al año y maneja 11.000 reservas anuales con una duración promedio de siete días. Entre sus joyas -al momento de querer pasar vacaciones en ciudades importantes- destaca la villa que fue la casa de Elvis Presley a finales de 1960, habitada entonces junto a su esposa Priscilla y su hija Lisa Marie. La mansión está en el prestigioso Trousdale Estates de Beverly Hills y se considera una obra maestra moderna de mediados de siglo que conserva intacto su mobiliario de los años 60. Tiene cuatro habitaciones, cinco baños, piscina, sauna y la posibilidad de contratar -como en todas las casas disponibles en el portal- el servicio doméstico completo, así como choferes y mayordomos. ¿El precio? 2.950 dólares por noche, con capacidad para ocho personas.
Si el interesado opta por los escapes a la playa, la oferta va desde el Caribe hasta Tailandia. Lo más costoso son dos mansiones frente al mar.
Una está ubicada en Punta Mita, México, escándalo en buen gusto y comodidad, con espacio para 22 personas -consta de nueve habitaciones y 12 baños-, frente al mar, con piscina y todas las comodidades imaginables. La propiedad incluye en su costo -unos 9.300 dólares la noche- tres servicios domésticos, un chef, un conserje, meseros, chofer y la posibilidad de ir y venir cuando a los inquilinos se les antoje.
La otra, Villa du Phare, está en la Riviera francesa, consta de nueve habitaciones, ocho baños y ofrece hasta un cine pequeño en su estancia. La oferta incluye servicio doméstico. Todo por 20.000 dólares diarios en cualquier época del año.
En todo caso, lo interesante es visitar el portal de Luxury Retreats para dedicarse a soñar con habitar por algunos días un apartamento en Trocadero con vista a la Torre Eiffel o una villa en la Toscana, cerca del lago donde vive George Clooney.