Redacción (ALN).- Días después del anuncio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre el nuevo “parole humanitario” para inmigrantes de Cuba, Nicaragua y Haití, la Casa Blanca defendió sus medidas, que son blanco de críticas tanto de legisladores y abogados como de activistas pro derechos humanos.
«Lo que diríamos es que este es un presidente que entiende que la inmigración legal y segura a este país es un pilar clave de nuestra propia seguridad y prosperidad y que está promoviendo formas de mejorar esas vías legales de entrada», manifestó el viernes en la tarde John Kirby, coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca en intercambio con reporteros.
Kirby dijo que el objetivo de la política migratoria de Biden es buscar «un equilibrio» entre el manejo de la inmigración legal y el control de la masa de migrantes que lo hace de manera irregular.
El jueves el presidente Biden amplió el programa de parole humanitario diseñado originalmente para venezolanos y lo extendió ahora a migrantes de Cuba, Nicaragua y Haití, a razón de 30.000 cupos mensuales para ciudadanos de esos países. EEUU ha registrado cifras récord de llegadas de inmigrantes provenientes de esos países a la frontera sur en los últimos meses.
De todas formas, las autoridades siguen aplicando el Título 42, una vía de expulsión expedita por motivos de salud pública implementada en la era del presidente republicano Donald Trump, por la que miles de solicitantes de asilo han sido devueltos a México sin la posibilidad de presentar sus casos ante la Justicia estadounidense.
Aunque los opositores republicanos han acusado a la Administración Biden de mantener una política de «fronteras abiertas», los demócratas acusan a los republicanos de frenar el presupuesto en el Congreso que daría más cobertura financiera para enfrentar la llegada incesante de personas en busca de asilo.
Una «decepción», los críticos responden
Tras revelarse el nuevo plan, tres senadores demócratas, Bob Menéndez, Cory Booker y Alex Padilla, encabezaron una carta abierta que divulgaron «en respuesta a las nuevas políticas fronterizas de la Administración Biden».
«Estamos profundamente decepcionados por la decisión de la Administración Biden de ampliar el uso del Título 42», manifiestan los legisladores en la misiva, en la cual, no obstante, reconocen los desafíos que EEUU enfrenta actualmente en materia migratoria.
El trío de senadores expresó preocupación sobre la prohibición del tránsito migratorio argumentando que «ignorará nuestras obligaciones en virtud del derecho internacional al prohibir a las familias realizar solicitudes de asilo en la frontera, lo que probablemente separará a las familias y dejará abandonados a los migrantes que huyen de la persecución y la tortura en países sin la capacidad de protegerlos».
Otro tanto sucedió con la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), la cual criticó la expansión del Título 42. «En lugar de restaurar el acceso justo al asilo, este plan lo limita aún más», indicó la organización en Twitter.
«No hay razón para que la administración de Biden amplíe el Título 42 mientras afirma prepararse para su fin. Las personas de Nicaragua, Cuba y Haití que buscan seguridad ahora corren un mayor riesgo de expulsión inmediata en la frontera, lo que amenaza su seguridad», expresó la ACLU.
Kirby, por su parte, insistió en que el presidente Biden ha mantenido su línea política de mejorar el sistema migratorio desde el inicio de su mandato en enero de 2021. «Quiero decir, él aumentó dramáticamente el número de refugiados que estaban dispuestos a recibir de las naciones del hemisferio», argumentó.
«Obviamente tenemos un punto de vista diferente en cuanto a las prioridades del presidente», respondió Kirby ante las críticas.