Daniel Gómez (ALN).- De nada sirvió la amenaza del presidente Donald Trump. Los 1.300 hondureños que marchan hacia la frontera de EEUU continúan su camino y esperan a otros 300 compatriotas que este miércoles abandonaron el país.
No se detienen. La caravana de hondureños que marcha hacia Estados Unidos continúa. Y se hace más grande, a pesar de la amenaza del presidente Donald Trump. Ahora otros 300 ciudadanos abandonaron Honduras para unirse a los 1.300 que están en Guatemala.
“Buscamos una facilidad de empleo ya que aquí no logramos tener uno. Buscamos ayuda para nuestra familia”, dijo a la agencia EFE uno de los hondureños de la nueva caravana.
Detalló que su intención es cruzar El Salvador, para llegar a Guatemala, donde tratarán de unirse a los miles de compatriotas que ya están ahí. El objetivo final es hasta llegar a la frontera de México y Estados Unidos.
“Buscamos una facilidad de empleo ya que aquí no logramos tener uno”
Trump, quien amenazó con cortar la ayuda regional a modo de represalia por la caravana, recibió una respuesta del presidente de Guatemala, Jimmy Morales. “Ninguna ayuda puede ser condicionada, ni ninguna ayuda puede ser exigida”, dijo este miércoles en un acto que reseñó la agencia Reuters.
El presidente guatemalteco aseguró haber hablado con el mandatario de Honduras, Juan Orlando Hernández. La idea es garantizar que los migrantes que quieren regresar a sus hogares puedan hacerlo de manera segura, expresó. Y afirmó que muchos hondureños de la caravana ahora regresan a su país.
Pero estos son casos aislados. Su idea es seguir. Al igual que han hecho otros tres millones de centroamericanos. Hay números reveladores en este sentido. Según reseña el Instituto de Políticas Migratorias, en 1980 apenas 340.000 centroamericanos vivían en EEUU. Y en 2015, el último año del que ofrecen cifras, más de 3,38 millones de centroamericanos estaban en el país.
Hondureños, así como guatemaltecos y salvadoreños, huyen de una sociedad azotada por la violencia que provocan pandillas como las maras. Aunque en esta última caravana de 300 personas los guardias les pidieron desistir, la gente hizo oídos sordos. Quieren llegar a EEUU.