ALN / KonZapata.- Los crudos marcadores han perdido todo el terreno andado desde finales de 2016 y el acuerdo OPEP para darle estabilidad al mercado enfrenta así su primera prueba, en la antesala del pago de deuda de 2.814 millones de dólares programado para abril. Se especula que PDVSA podría realizar un nuevo swap antes de octubre, o ejecutar la venta de acciones de empresas mixtas. Venezuela se prepara para hacer frente a los fuertes pagos de deuda que se acercan. La semana pasada tuvo que cancelar 185 millones de dólares y la Oficina Nacional de Crédito Público informó con anticipación que fueron girados los recursos para honrar esta obligación. “Transferidos al Agente Fiscal los fondos para pagar el cupón correspondiente al Bono Global 2027-9.25%. La República cumple sus compromisos”, señalaba con orgullo el ente oficial en su cuenta de Twitter.
El mensaje tiene la intención de calmar las inquietudes en un mercado que tiene los ojos puestos sobre Venezuela y muy particularmente sobre la alcabala de abril, cuando entre PDVSA y la República deben cancelar 2.814 millones de dólares. Se trata de un pago de una gran magnitud para un país cuyas reservas internacionales rondan los 10.500 millones de dólares con tendencia a una baja mayor.
Este cuadro se ha complicado recientemente con el desplome de los precios del petróleo, que ponen en duda la efectividad del acuerdo impulsado por la OPEP para sostener la estabilidad del mercado. De hecho, en la última semana los crudos marcadores han perdido todo el terreno andado desde finales de 2016, cuando el recorte de producción de las grandes naciones petroleras logró oxigenar las cotizaciones. Actualmente los precios están en los mismos niveles de diciembre de 2016, es decir, en la zona de alarma que llevó a los miembros de la OPEP y a otros productores, como Rusia, a reducir el bombeo en unos 1,8 millones barriles por día en lo que va de 2017.
Venezuela se prepara para hacer frente a los fuertes pagos de deuda que se acercan
Para Venezuela la noticia del deterioro de los precios es doblemente grave, ya que según el último reporte de la OPEP la nación está produciendo por debajo de los 2 millones de barriles diarios.
Este recorte, para alinearse al acuerdo OPEP, supone una merma de la oferta exportable en medio de un escenario de precios muy distante del nivel de equilibrio que demandan las cuentas de la nación.
La cesta petrolera venezolana ha rondado los 45,72 dólares por barril y con la tendencia que estos días muestra el mercado podría caer más. Dado el nivel actual de producción se estima que por cada dólar que se mueve el precio del crudo se impacta en unos 570 millones de dólares los ingresos de la nación. Un lustro atrás esa relación era equivalente a 750 millones de dólares.
En busca de recursos de urgencia
Nicolás Maduro dijo hace poco que “estamos preparados para que el petróleo se caiga a 20” / Flickr: Eneas de Troya
El presidente Nicolás Maduro dijo hace poco que “estamos preparados para que el petróleo se caiga a 20”. Allí no hizo consideración alguna sobre el impacto del retroceso del petróleo en la capacidad de pago de la deuda. Pero en el mercado sí están atentos a las incidencias que un desplome en los precios pueda tener sobre la capacidad de pago de la nación.
Firmas como Nomura Holdings Inc. y Torino Capital ven con alta probabilidad que PDVSA cumpla sus obligaciones de abril sin problemas, tal como lo ha reseñado la agencia Bloomberg. Para Siobhan Morden, de Nomura, la forma como se haga el pago de abril, ya sea tocando las reservas internacionales o usando otros recursos fuera de balance, puede dar indicios sobre eventuales dificultades posteriores.
Vale destacar que la firma local Ecoanalítica calcula que en el segundo trimestre de 2017, donde está concentrado uno de los tramos más fuertes de pagos de deuda, el déficit de divisas en el país estará en el orden de los 3.600 millones de dólares, lo que vaticina el cuadro de restricción que se presentará para atender las necesidades del sector privado y de la economía.
No hay que olvidar que durante el primer bimestre del año, con menos presión en el cronograma de deuda y con la tendencia alcista del petróleo, hubo una caída interanual de casi 50% en el monto de divisas liquidadas al sector privado, según los cálculos de esta misma firma.
Sin embargo, las sombras de dudas persisten de cara a lo que está por venir una vez superado el bache de abril. En octubre hay pagos de deuda programados por 1.544 millones de dólares y en noviembre por 1.890 millones, lo que vuelve a crear un cuello de botella en las cuentas de la nación.
Goldman Sachs cree que el desplome actual de los precios del petróleo es una coyuntura y que habrá una recuperación pronto, por lo que sostiene que el precio del WTI podrá llegar a 57,50 dólares por barril, algo que para muchos analistas luce poco consistente ante el repunte en la producción petrolera en Estados Unidos que está afectando el mercado y las cotizaciones.
Actualmente los precios del petróleo están en los mismos niveles de diciembre de 2016
Torino Capital cree que hay probabilidades de que PDVSA realice un nuevo swap antes de los vencimientos de octubre y noviembre, buscando perfilar parte de su deuda como lo hizo el año pasado.
“La empresa puede planificar una operación de manejo de pasivos a finales de año (…) No estamos seguros de si la operación puede tener éxito”, señaló Francisco Rodríguez de Torino Capital.
La verdad es que ya el país anda de urgencia por levantar recursos. Y esto ha llevado al Gobierno a buscar cualquier opción, hasta la más pequeña, que le brinde algún respiro. De allí que desde hace meses se haya identificado el interés de las autoridades por seguir vendiendo acciones en empresas mixtas de hidrocarburos, dentro del estrecho margen que el Estado se impuso tras la “nacionalización de la Faja del Orinoco” en 2007. Este recurso, con el cual el Estado buscaría llevar a sus socios privados al tope de 40% de participación en las empresas mixtas donde existe esta posibilidad, podría proveerle cerca de 1.500 millones de dólares con relativa rapidez. Así, de acuerdo con la agencia Reuters, Petróleos de Venezuela le ofreció a su socia rusa, Rosneft, comprar 10% de participación en la empresa mixta Petropiar. En ese proyecto el Estado mantiene 70% de las acciones, por lo que tiene margen para pactar una cesión a inversionistas privados. Fuentes consultadas por esa misma agencia estiman que, de concretarse, esta operación podría suponer un ingreso cercano a los 500 millones de dólares, un monto nada despreciable si tomamos en cuenta que entre PDVSA y la República en abril deben afrontar pagos de deuda por 2.800 millones de dólares.