Redacción (ALN).- No es normal que una entidad de Latinoamérica acuda a Japón para conseguir fondos. Pero CAF-Banco de Desarrollo de América Latina lo ha hecho y le ha salido bien. Con tres emisiones del conocido “bono Samurái” colocó 300 millones de dólares.
“Contar con la confianza de los inversionistas asiáticos una vez más nos permite consolidarnos como un emisor relevante en un mercado que es fundamental para la diversificación de fuentes de financiamiento y para nuestra iniciativa de fortalecer la institución con el fin de seguir siendo un socio incondicional de los países miembros para mejorar el bienestar de la población, el desarrollo sostenible y la integración regional”.
Esto dijo Luis Carranza Ugarte, presidente ejecutivo de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, luego de colocar 300 millones de dólares en el mercado japonés gracias al conocido “bono Samurái”, una emisión hecha en yenes por una empresa extranjera pero sujeta a la regulación japonesa.
El bono de la CAF se hizo en “dos colocaciones por cinco años y un cupón de 0,35%, y otra por siete años con un cupón de 0,45%”, explicó el banco.
No es normal que una entidad latinoamericana opere en el mercado japonés. Pero la apuesta de la CAF salió bien. La emisión incluyó tramos dirigidos tanto a inversionistas institucionales como a inversionistas minoritarios. Además, tuvo como agente colocador a SMBC Nikko, una firma financiera de prestigio en Tokio.
Cabe recordar que la CAF acumula 30 años apostando por la diversificación de fuentes de financiamiento.
Otro hito en Londres este 2021
Este 2021 también cosechó otro hito en los mercados internacionales. El 21 de enero informó de una emisión de 1.500 millones de dólares en el mercado londinense, la cual supuso todo un récord para la CAF.
Esta operación tuvo más de 140 inversionistas, “principalmente de administradores de fondos, bancos comerciales, aseguradoras y bancos centrales”. Los bancos colocadores fueron Barclays, BBVA, Goldman Sachs y J.P. Morgan.
El éxito de aquella emisión se vio reflejado en una demanda que superó los 2.000 millones de dólares. Esto permitió aumentar el tamaño y reducir la tasa de interés de la CAF.
“La solidez financiera y el compromiso por promover el bienestar de la población y el desarrollo sostenible han sido reconocidos por los inversionistas que han confiado en nuestro rol como catalizador para apoyar la reactivación de América Latina. Lograr el mayor monto y el menor cupón en euros en un contexto tan desafiante para la región, nos da un margen de acción más competitivo para seguir siendo un aliado incondicional cuando más se necesita”, dijo entonces Luis Carranza.
La CAF viene de vivir un 2020 de récord. Fue el año en el que aprobó más préstamos. Estos superaron los 14.000 millones de dólares, centrados en la reactivación de América Latina por la crisis del coronavirus, y las acciones de contingencia para sostener los sistemas de salud en la fase dura de la pandemia.