Redacción (ALN).- Más de 100.000 puntos de las carreteras mexicanas presentan diversos riesgos para la seguridad y el mantenimiento como producto del cambio climático, según la Corporación Andina de Fomento (CAF-Banco de Desarrollo de América Latina) y el Centro Mario Molina. La amenaza más común es la de inundaciones fluviales.
En las carreteras mexicanas existen 105.000 puntos en situación de riesgo por inundación fluvial debido al cambio climático, según las conclusiones de un análisis realizado por la Corporación Andina de Fomento (CAF-Banco de Desarrollo de América Latina) y el Centro Mario Molina. En el país hay cuatro carreteras en las que existe una alta vulnerabilidad ante el deslizamiento de laderas, según estas instituciones.
El estudio, cuyo objetivo era el análisis de gestión del riesgo y vulnerabilidad ante el cambio climático y eventos extremos para las carreteras en México, señala que hay 200 puntos con el mayor nivel de riesgo de inundaciones fluviales. Se encuentran en Veracruz (84), Tabasco (27), San Luis Potosí (25), Chiapas (18) y Oaxaca (14). Las carreteras prioritarias por su vulnerabilidad ante el deslizamiento de laderas son: Portezuelo-Cd. Valles, Pachuca-Tuxpan, Paso del Toro-Acayucan (56 km) y Villahermosa-Escopetazo. El estudio concluyó que 2% (830 km) de las carreteras pavimentadas tiene un riesgo muy alto de deslizamientos, según informa la CAF.
Para la CAF “se requiere tomar acciones preventivas y de adaptación para minimizar impactos ambientales, sociales y económicos”
Las temperaturas extremas y su evolución constante en el futuro representan una amenaza de fractura y deformación de la carpeta asfáltica, usada en el 99% de los caminos del país, según el organismo. La CAF sostiene que por ello “se requiere tomar acciones preventivas y de adaptación para minimizar impactos ambientales, sociales y económicos”.
Los resultados del estudio, cuyo desarrollo llevó 15 meses, se presentaron en un evento celebrado en Polanco, Ciudad de México. Entre las propuestas discutidas se presentaron medidas para afrontar las temperaturas extremas, inundaciones fluviales, deslizamientos de laderas y fortalecimiento institucional y en materia de legislación.
Los expertos propusieron modificar y actualizar las normativas para el mantenimiento y la construcción de carreteras, de manera que incluyan acciones ante el cambio climático. También apostaron por extender la responsabilidad de los involucrados en la construcción de obras. Otra medida señalada fue reforzar la integración de las dependencias de gobierno involucradas en el sector carretero. También se propuso la creación de programas para las zonas críticas del país donde se registran temperaturas extremas. Finalmente, se recomendó un incremento del presupuesto para generar información básica sobre el manejo del riesgo en las carreteras, que permita tener mejores escenarios de cambio climático y mejores análisis para estimar la recurrencia de los riesgos de desastres.
El director representante de la CAF en México, Emilio Uquillas, dijo: “Para lograr carreteras resilientes se debe adoptar un enfoque preventivo ya que es más eficiente en términos de costos y resultados que la acción de respuesta. En este sentido, el primer aporte de este estudio es suministrar información técnica para la toma de decisiones y en segundo lugar plantear el desarrollo de estrategias de acción y medidas específicas de adaptación y prevención de desastres en beneficio de la población y la productividad del país”.