Elizabeth Fuentes (ALN).- La serie de Netflix, Chef’s Table, presenta su tercera temporada en el célebre festival, durante la muestra Culinary Cinema, donde el peruano Virgilio Martínez demostrará por qué su restaurante es uno de los mejores de Latinoamérica. Y si bien Netflix sigue ignorando a los grandes chefs de España. el documental Soul exhibirá las inquietudes del vasco Eneko Atxa. Se podría decir que el triunfo del hermoso film El festín de Babette, en 1987, inició el exitoso maridaje entre cine y cocina. De hecho, un restaurante de Madrid replicó para la fecha el menú que la protagonista -una misteriosa mujer proveniente de París y recluida en una perdida aldea de Dinamarca- cocinó para agasajar a la gente de la aldea que más quería. Sopa de tortuga, caviar y blinis demidoff, codornices en sarcófago, entre otros platos, hicieron que el sitio de Madrid se llenara noche tras noche porque los comensales querían probar las delicias que habían visto solo en el cine.
A medida que el acto de cocinar se fue elevando al Olimpo de las nuevas artes, básicamente de la mano de la industria del espectáculo, cada vez resultó más atractivo el hasta entonces inexplorado mundo habitado por chefs, cocineros, mercados y restaurantes. Y para demostrarlo bastaría con mencionar al exitoso Anthony Bourdain; el film para niños que enamoró a los adultos, Ratatouille, y más recientemente la incursión de Netflix con su extraordinaria serie Chef’s Table, cuya tercera temporada comenzará el próximo 27 de febrero, un poco después de que muchos afortunados hayan podido verla en el Festival de Cine de Berlín 2017. Porque desde hace once años se celebra, junto a la famosa Berlinale, la muestra Culinary Cinema, dedicada única y exclusivamente a filmes y documentales basados en la gastronomía. Y, como cabe imaginar, luego de cada proyección seguirá una cena preparada por el chef involucrado en cada particular filmación.
De la mano de la industria del espectáculo, la cocina ha sido elevada al Olimpo de las nuevas artes
Y si bien hasta ahora la serie de Netflix ha ignorado a los cocineros españoles, sí ha destacado el trabajo de algunos suramericanos de peso, como el mexicano Enrique Olvera, del restaurante Pujol, el argentino Francis Mallman, del Patagonia Sur, el brasileño Alex Atala de D.O.M y, para esta tercera temporada, veremos las artes del peruano Virgilio Martínez en su restaurante Central, en Lima. Pero quienes aman la cocina española y el trabajo de muchos de sus grandes nombres, podrán sentirse reivindicados en esta muestra culinaria de Berlín, Passion Food, donde once documentales hurgarán en la relación entre comida, cultura y política, entre ellos Soul, de los españoles José Antonio Blanco y Ángel Parra, donde el protagonista será el chef Eneko Atxa, quien dirige el restaurante Azurmendi en la región vasca y es el único de la zona que carga con tres estrellas Michelin en su haber. Atxa, quien servirá la cena esa primera noche, consiguió su primera estrella Michelin en 2007, cuando apenas contaba con poco más de 30 años. El documental trata de su exploración personal en la búsqueda del alma en la cocina. “Es un viaje culinario que traslada al espectador desde el País Vasco a París y Japón para conocer a las figuras más relevantes de la cocina internacional: Martín Berasategui, Carme Ruscalleda, Jöel Robuchon, Seiji Yamamoto o el matrimonio Ishida, propietarios del restaurante favorito de Ferran Adrià y el más exclusivo del mundo, con capacidad únicamente para ocho comensales”, cuentan desde la organización.
La entrada para la película y la cena asciende a poco más de 100 dólares, si es que aún quedase disponibilidad.
Nos vemos en San Sebastián
Massimo Bottura, en El Teatro de la Vida, cocinando para los indigentes / Foto: Culinary Cinema
El resto de los trabajos incluyen El Teatro de la Vida, donde documentan cómo Massimo Bottura, elegido Mejor Chef del Mundo en 2016, cocina grandes ollas de sopas para los hambrientos de Milán, a partir de la comida desechada por cientos de restaurantes de toda Italia. También se verá a David Gelb, el creador de la serie de Chef’s Table, ir a Corea para conseguir a la monja budista Jeong Kwan, y verla preparar la comida para su templo. Y en La Voz del Vino, los espectadores podrán conocer el trabajo de André Tchelistcheff, un enólogo que emigró de Rusia a Estados Unidos, en la década de 1930, y después del final de la Prohibición, ayudó a que floreciera la vinificación en California. El programa completo, que se puede descargar en el portal oficial del Festival de Berlín, incluye una mención al Berlin Street Food Market. Allí se reseña cuáles serán los camiones que se instalarán en las cercanías de los cines donde se lleva a cabo el festival, para servir desde comida alemana hasta chilaquiles caseros.
Pero si es muy tarde para reservar vuelos y hoteles en Berlín, porque el festival se lleva a cabo entre el 12 y el 17 de febrero, los amantes del cine y la cocina podrán optar por el Festival de Cine de San Sebastián, en el País Vasco, el cual desde 2011 adoptó también la modalidad del Culinary Cinema, toda una justicia para ese territorio en donde probablemente habitan varios de los mejores cocineros y restaurantes del mundo, lo que ha convertido a ese festival en un destino doblemente grato.