Ernesto J. Tovar (ALN).- El internacionalista y profesor universitario Oscar Vidarte piensa que podría darse un escenario en que gobiernos que apoyan a Venezuela, como Bolivia y Nicaragua, decidieran no acudir a la Cumbre argumentando su solidaridad con Nicolás Maduro por no haber sido invitado al cónclave, pero que en realidad estarían aprovechando la ausencia de Trump sin arriesgarse a perder la oportunidad de figurar en el concierto internacional o desairar a Washington.
La esperada primera visita de Donald Trump a América Latina como presidente de Estados Unidos no se producirá puesto que el polémico mandatario decidió atender desde Washington la crisis producida por un supuesto ataque químico de Bashar Al-Assad a los rebeldes en Siria.
La Casa Blanca informó en un comunicado que “el presidente (Trump) permanecerá en Estados Unidos para supervisar la respuesta norteamericana a Siria y monitorear las consecuencias alrededor del mundo”.
Esta ausencia, la primera de un inquilino de la Casa Blanca en una Cumbre de las Américas desde que estas se iniciaran hace dos décadas, demuestra la poca relevancia de América Latina dentro de las prioridades de política exterior del presidente estadounidense, a juicio de analistas internacionales en Perú.
“Cualquier otro presidente de Estados Unidos hubiera venido al menos unas horas a Perú. Al no venir refleja desinterés”, según Carlos Novoa
La cita de mandatarios que tendrá lugar el 13 y 14 de abril en Lima, sería el primer viaje de Trump a América Latina durante su mandato, que incluiría también una parada en Colombia, donde sería recibido por el presidente Juan Manuel Santos. Ahora, indica la Casa Blanca, será Mike Pence, el vicepresidente estadounidense, quien acudirá a la VII Cumbre de las Américas “por pedido del presidente Trump”.
Sin embargo, aunque acuda el segundo en la línea de sucesión en Estados Unidos se percibe que Trump no tiene una agenda para la región, según afirma el exeditor de la sección internacional de El Comercio y profesor universitario Carlos Novoa en declaraciones para ALnavío.
“No sorprende su ausencia porque América Latina prácticamente no existe en la agenda del señor Trump, incluso desde antes de ser presidente”, dice Novoa.
Añade que hay un tema que es prioridad, la situación en Siria, donde pudiera haber un inminente ataque de Estados Unidos, en represalia al gobierno de Bashar Al-Assad por los supuestos ataques con armas químicas. Pero aclara que “cualquier otro presidente de Estados Unidos hubiera venido al menos unas horas. Al no venir refleja el desinterés que tiene por la región”. Novoa resalta que en política exterior “hay gestos” y aquí no lo hubo.
Una opinión similar tuvo el internacionalista y profesor universitario Oscar Vidarte, quien en declaraciones a la cadena peruana RPP señaló que no hay una agenda clara de Washington hacia América Latina, y destacó que “el esfuerzo para que viniera Trump fue de Rex Tillerson”, exsecretario de Estado reemplazado hace un mes por Mike Pompeo, quien era director de la Agencia Central de Información (CIA, por sus siglas en inglés).
Prosigue Vidarte explicando que “Pompeo no se ha manifestado” respecto al interés de Trump en la Cumbre. Añade que el mandatario iba a ser muy cuestionado en la región, puesto que ha promovido el conflicto en temas como México y el muro fronterizo o la relación con Cuba.
Sin grandes focos
Carlos Novoa señala que la VII Cumbre de las Américas iba a resaltar por lo anecdótico de ser la primera visita de Trump a la región, y la última presencia de la dinastía de los hermanos Fidel y Raúl Castro de Cuba, si este último cumple su anuncio de ceder el poder en las próximas semanas tras décadas de control absoluto del poder por su familia.
Ahora, apunta, “perderá relevancia pero no será un fracaso aunque hay pocas posibilidades de que haya una declaración sólida” por parte de los mandatarios asistentes en temas como corrupción o la situación política en Venezuela, que se espera sean el centro de las discusiones.
“Hay muchos desincentivos importantes para participar en la Cumbre. Su ausencia es muy dura”, dice Oscar Vidarte
Por su parte Oscar Vidarte advierte sobre la cancelación de Trump que, en cuanto al resto de los presidentes del hemisferio, “hay muchos desincentivos importantes para participar en la Cumbre. Su ausencia es muy dura”.
En un ejercicio imaginario detalla que podría darse un escenario en que gobiernos que apoyan a Venezuela, como Bolivia y Nicaragua, decidieran no acudir a la Cumbre argumentando su solidaridad con Nicolás Maduro por no haber sido invitado al cónclave, pero que en realidad estarían aprovechando la ausencia de Trump sin arriesgarse a perder la oportunidad de figurar en el concierto internacional o desairar a Washington.
Asimismo en Perú y Argentina se ha mencionado que tras la salida del poder de Pedro Pablo Kuczynski, en Lima podría darse la ausencia del argentino Mauricio Macri y del colombiano Juan Manuel Santos.
Sin embargo, según Vidarte, algunas informaciones de la Cancillería peruana indican que estos mandatarios, así como Michel Temer de Brasil y Sebastián Piñera de Chile, habrían asegurado su presencia.