Daniel Gómez (ALN).- Desde que se hizo efectiva la reforma en 2014, el acceso al teléfono móvil en México no para de crecer. Esta tendencia despertó el apetito de la banca, que aprovecha el filón para ganar cuota de mercado. Bancos ya consolidados como BBVA, Banorte y Santander, y otros que quieren cobrar protagonismo, han estado potenciando su estrategia digital.
La modernización financiera es el gran logro de la reforma de las telecomunicaciones en México. Lo es porque la banca, aprovechando la expansión del mercado móvil, trata de captar nuevos clientes a través de una mejor oferta digital.
Hace dos semanas, el iPhone X se comenzó a vender en México a 20.000 pesos, unos 1.000 dólares. Lo que cuesta el último modelo de Apple en casi todo el mundo. Hace cuatro años esto era impensable, cualquier producto estaba inflado porque sólo había un jugador fuerte: América Móvil, controlada por el magnate Carlos Slim.
Si bien la reforma no acabó con la hegemonía de la teleco mexicana, sí ha mejorado y abaratado la oferta de productos y servicios con la entrada del gigante estadounidense American Telephone and Telegraph (AT&T), así como el refuerzo de Movistar, filial de Telefónica, presente en el país desde 2003.
La apertura ha permitido que México vaya poco a poco solventando la brecha digital con el resto de las naciones desarrolladas. En 2016 se registraron más de 112,8 millones de líneas móviles activas en un país de 127 millones de habitantes, según sostiene el último informe de la consultora mexicana The Competitive Intelligence Unit.
Antes de que comenzara la reforma, el número de líneas estaba por debajo de los 90 millones. Una mejora notable y que aún tiene margen de crecimiento, dicen analistas del sector de las telecomunicaciones, y también de la banca. Y es que la penetración del móvil en México modificó los usos del teléfono.
Primero fue la mensajería, ya gratuita gracias al WhatsApp. Y ahora es el turno para las operaciones financieras. Un síntoma halagüeño es que el comercio electrónico ha crecido casi 400% en los último cuatro años, y teniendo en cuenta que la mayoría de las compras se realizan a través del móvil, el mundo financiero localiza aquí una gran oportunidad.
Más inversión bancaria en digitalización
El banco más fuerte de México, Bancomer, del grupo español BBVA, es la entidad más innovadora en este sentido. Ya tiene en el mercado aplicaciones parecidas a las que ponen en liza otros jugadores. Tampoco es casualidad. El presidente Francisco González anunció a finales de 2016 una inversión de 1.500 millones de dólares para el mercado mexicano.
Vista la supremacía de BBVA, que tiene alrededor de 23% de cuota de mercado en México, la carrera más interesante será la que libren jugadores como Banorte y Banco Santander por la segunda posición.
El comercio electrónico en México ha crecido casi 400% en los último cuatro años
Hace dos semanas, Banorte, que será la segunda institución del mercado cuando se concrete la fusión con Banco Interacciones, lanzó PePer, una aplicación móvil para enviar y recibir dinero sin tener que conocer los datos bancarios del receptor. Una herramienta que ya ofrecía Bancomer con BBVA Send, pero que le permite seguir delante de Santander como banco digital.
Para no quedarse atrás, el banco de Ana Patricia Botín ya empieza a hacer efectiva la inversión de 735 millones de dólares destinados a la filial mexicana. La semana pasada lanzó Santander Connect, “un modelo de banca remota, personalizada y enteramente digital para los clientes. Una aplicación sin precedentes en México que permite realizar operaciones bancarias por videollamada con un gerente sin necesidad de acudir a la sucursal”, reza el comunicado difundido por la compañía.
Otro banco que quiere aprovechar las oportunidades de la reforma es Sabadell. Tras una entrevista con la agencia EFE, el consejero delegado de Sabadell México, Francesc Noguera, anunció que en 2018 pondrá en marcha un proyecto “100% móvil y 100% digital de largo plazo” con el que esperan duplicar su volumen de negocio y captar más clientes.