Daniel Gómez (ALN).- El gobierno de Juan Manuel Santos armó su política de infraestructuras sobre dos pilares. El primero fue la paz con las FARC. El segundo, reforzar la institucionalidad de los entes públicos. “Eso es lo que realmente queda como legado”, dice el ministro colombiano de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas.
Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, considera que el país dio un giro de 180 grados con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Se refiere a las infraestructuras.
Colombia lleva sufriendo problemas de conectividad toda la vida. Al pésimo estado de muchas carreteras se une que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) azotaron al país por más de 50 años. Un conflicto que en junio de 2017 llegó a su fin con la entrega de armas por parte de la guerrilla.
“Resolver el conflicto nos ha permitido llegar a regiones de mucho atraso. Regiones donde no había condiciones para toda la población”, comentó Cárdenas este lunes en el foro de infraestructuras que organizó la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina en la Casa de América en Madrid.
Con Colombia en paz, el otro desafío fue potenciar las instituciones. “Eso es lo que realmente queda como legado”, dijo el ministro Cárdenas, quien abandonará su puesto el próximo 7 de agosto. Ese día es la toma de posesión del presidente electo, Iván Duque. El punto y final al Ejecutivo de Santos, quien gobernó Colombia desde 2010.
En estos ocho años de gobierno, Colombia fortaleció las instituciones en base a dos acciones. La primera fue crear una agencia para analizar la viabilidad de los proyectos de infraestructuras.
“Una agencia estructurada para que haya proyectos con buenas tasas de retorno y que el sector financiero quiera financiar. Una agencia de profesionales con una cualificación idónea y bien remunerada”, dijo el ministro.
El segundo tiene que ver con las alianzas con bancos de desarrollo. Aquí entra en juego la CAF y otras instituciones internacionales como el Banco Mundial. Ambas, con 9% cada una, son accionistas de las agencias de infraestructuras que impulsa Colombia. “Nos ayuda a mejorar el gobierno corporativo”, apuntó Cárdenas.
El papel de la empresa privada
El país también da importancia a la colaboración público-privada. Colombia se ha desprendido de activos en sectores como la energía para concentrarse en otras actividades.
En proyectos de gran envergadura, el país está estableciendo alianzas con el sector privado. Un ejemplo es la autopista con la que se quiere conectar Colombia con Venezuela y Ecuador, destacó Cárdenas.
Colombia aprovecha los créditos de la CAF como capital semilla para proyectos complicados
El ministro también habló de la altillanura de la cuenca del río Orinoco. Un lugar sin carreteras y que, según las Naciones Unidas, es una de las siete regiones en el mundo donde más se puede incrementar la producción de alimentos.
Pese a este detalle, Cárdenas reconoció la complejidad de conseguir apoyo financiero para la altillanura debido a la mala conectividad. Por eso quiere aprovechar los créditos que concede la CAF y utilizarlos como “capital semilla”. Es decir, que ese dinero sirva de estímulo para las que las empresas se animen a invertir.
Colombia también necesita dinero para aeropuertos. Con la paz, más de 100 municipios de los 1.122 que tiene el país empiezan a reinsertarse en la sociedad. Ahí se abren nuevas oportunidades que habrá que desarrollar en el medio y largo plazo.
Por otro lado, y esto ya es una consecuencia real, está el aumento del turismo tras la firma de la paz. Más de 6,5 millones de extranjeros llegaron al país en 2017, lo cual evidencia un crecimiento de 28% respecto a 2016. Y las previsiones es que siga en alza. Por eso el ministro dijo: “Tenemos que mejorar 50 aeropuertos en Colombia”.
El plan de infraestructuras 4G
El plan de infraestructuras de 4G es el otro baluarte de la administración de Santos. Un paquete de 30 proyectos que requieren más de 16.000 millones de dólares de inversión y prometen una rentabilidad de 13%.
El ministro lo define como “el proyecto de infraestructuras más grande de América Latina”. En este momento, de esas 30 iniciativas, la mitad ya tienen cerradas las líneas de crédito necesarias.
Además, Cárdenas destacó la flexibilidad de las concesiones. “Con plazos adaptables. Con riesgos compartidos. Con aportes a la nación para garantizar los ingresos. Que no haya demoras. Que haya una asignación de riesgos de construcción”.
Por otro lado, el ministro reseñó que la financiación de esos proyectos debe hacerse en moneda local. “Si se hace en dólares sería una gran irresponsabilidad financiera”, matizó.
Como solución, Cárdenas propone alianzas como la que Colombia mantiene con el Instituto de Crédito Oficial (ICO adscrito al Ministerio de Economía deEspaña.
El ICO, en vez de hacerlo en dólares, entrega una línea de crédito en pesos colombianos. Se alía con una institución financiera de Colombia para compartir riesgos.
Así ocurrió, por ejemplo, con los 196 millones de dólares que entregó la entidad española a la carretera transversal del Sisga. “De igual forma que lo hacemos con el ICO, lo hacemos con la CAF y el BID”, indicó Cárdenas.
Por último, el ministro apuntó que las infraestructuras no son sólo carreteras, puertos y aeropuertos. También son las telecomunicaciones. Las redes que dan acceso a llamadas, mensajes e internet. “Tenemos que prepararnos para la revolución tecnológica. Que los 1.122 municipios tengan banda ancha”, concluyó.