Juan Carlos Zapata (ALN).- En el equipo de Juan Guaidó entienden que Alberto Fernández no es Cristina Fernández de Kirchner. Han estudiado el tema. Han seguido las declaraciones del excandidato y ahora presidente electo de Argentina. Entienden que no es Nicolás Maduro. No es Evo Morales. No es Miguel Díaz-Canel. No es Daniel Ortega. El equipo de Guaidó por ello traza una estrategia diferente para Alberto Fernández.
Cuando era candidato, Alberto Fernández envío señales directas de lo que pensaba del régimen de Nicolás Maduro. Y ahora como presidente electo de Argentina, también lo ha hecho. Ha sido un crítico por el carácter autoritario de Maduro. Por el abuso de poder. Y ahora, lo último, le recuerda la necesidad de la vigencia plena de la democracia como única vía para superar la desigualdad y la pobreza. Vigencia plena. No democracia a medias. El Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa ha dicho: democracia con justicia. En el régimen de Maduro, ni lo uno ni lo otro.
El plan del equipo de Juan Guaidó y de su canciller, Julio Borges, parte de aquí. Que Alberto Fernández no constituye expresión alguna de las dictaduras del continente. Esta es la línea política y de acción. Diferenciar a Argentina de las dictaduras, de Venezuela, de Cuba, de Nicaragua, de Bolivia. Inclusive, diferenciar a Alberto Fernández de Cristina Kirchner. Pues el nuevo gobierno de Argentina, será un gobierno de él, y no de ella. Ella, Cristina, tan cercana a Maduro. “La posición de Alberto Fernández no será complaciente con el régimen de Maduro”, señala un documento que circula en el equipo de Guaidó y Borges.
Felicitamos al pueblo argentino por la jornada democrática del pasado domingo, donde resultó electo @alferdez. Argentina ha sido un aliado fundamental para la lucha plena de la democracia en Venezuela y esperamos seguir trabajando en conjunto por el bienestar de nuestros pueblos.
— Juan Guaidó (@jguaido) October 29, 2019
Argentina, bajo el gobierno de Mauricio Macri, ha sido un aliado rotundo de la lucha de Guaidó y los demócratas de Venezuela. Si bien Alberto Fernández no hará lo mismo que Macri, las señales que ha enviado indican que tampoco le firmará un cheque en blanco a Maduro.
Hay un hecho que cambia toda la ecuación de las relaciones que mantuvieron los gobiernos de Hugo Chávez y Néstor y Cristina Kirchner: la tragedia económica y social, la crisis política de Venezuela, el fracaso de Maduro: y al mismo tiempo la crisis económica por la que atraviesa Argentina y sobre la que el gobierno de Fernández tendrá que tomar medidas de ajuste drásticas. Ya no hay dinero en Venezuela para salir en apoyo de Argentina, tal como lo hizo Chávez con Néstor Kirchner en su momento. Ahora Alberto Fernández tendrá que continuar trabajando con el FMI, o como dice el documento de Guaidó y Borges, está obligado a recurrir “al mundo libre” para obtener recursos. Tendrá que enviar señales de confianza, hacia el mundo y hacia los argentinos. Tendrá que brindarle garantías a los empresarios. Que, por cierto, ya lo hizo con la empresa de España cuando en calidad de candidato visitó Madrid.
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Señala el documento que “confiamos en que el gobierno de Alberto Fernández defenderá los derechos humanos y la libertad, son valores universales que deben unir a los demócratas”, y estas líneas dan por hecho que aquel lo sea. “Sabemos que Argentina tendrá una posición distinta a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Bolivia respecto a Venezuela”, afirma el escrito, en el que también se da por sentado que Evo Morales se robó las elecciones.