Juan Carlos Zapata (ALN).- Poca gente. Luego de 5 horas de movimiento cívico militar, el pueblo de Caracas no ha respondido con la contundencia que Juan Guaidó y Leopoldo López consideraron. Tampoco se han pronunciado los jerarcas militares de los que se estimaba lo harían en las próximas horas.
Ningún dirigente de la oposición puede dar seguridad de la evolución de los hechos. Mientras tanto, Nicolás Maduro permanece en el poder. Y el general y ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, señala que los cuarteles siguen siendo leales a Maduro.
Es verdad, hay focos de protestas en varias ciudades de Venezuela, pero sin que ellas tengan una expresión masiva.
Juan Guaidó y Leopoldo López aparecieron en la Plaza Altamira, en el corazón de Caracas, donde se han concentrado miles de manifestantes, todavía insuficientes para poner en peligro al régimen.
El discurso de Guaidó a los manifestantes fue más de lo mismo. Esta concentración en la Plaza Altamira recordó a otra de militares contrarios a Hugo Chávez que derivó en fracaso.
Guaidó volvió a lo mismo. “Construir las capacidades para lograr el cese de la usurpación”. Señaló que “la mayoría está en la calle pidiendo cambio”. Esto no ha sucedido. “Durante años, le hablamos a la Fuerza Armada, hoy nos queda claro que la Fuerza Armada está con el pueblo”. Pero los militares no se han pronunciado.
Dijo Guaidó: «Todos los venezolanos están a favor de la Constitución”, y eso es verdad. “El golpe de Estado es el de Maduro en el Palacio de Miraflores”. “El golpe de Estado lo dan los que usan paramilitares. Los soldados están para defender a nuestro pueblo”. Pero la represión sigue. No faltan los disparos ni las bombas lacrimógenas.
El llamado de Guaidó ya luce desesperado. “Les pedimos que se incorporen al llamado. Los que tengan señal, para mandar mensajes de texto, llamen a todo el mundo y díganle que se vengan para acá. Vamos a resistir”.
Insistió en que hay que seguirle diciendo a los militares que se unan al proceso. Es decir, que se opongan a Maduro.
Y pidió a la gente que se queden concentrados en la avenida Francisco de Miranda, muy lejos del Palacio de Miraflores, desde donde despacha Maduro.
El tiempo juega en contra de Guaidó y de Leopoldo López.