Daniel Gómez (ALN).- El presidente encargado quiere paz. Que el pueblo no se altere pese a que el régimen ha reprimido el ingreso de la ayuda humanitaria impidiendo su paso por la frontera de Colombia. No así por la de Brasil, donde sí pudo pasar un primer camión con alimentos y medicinas.
«Se insiste en una actitud no violenta. No sólo en el ingreso de la ayuda humanitaria, sino en el cese de la usurpación».
Es el mensaje de Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, poco después de contemplar cómo la policía de Nicolás Maduro, la Policía Nacional Bolivariana, impidió el ingreso de los camiones con alimentos, medicinas y material médico para los venezolanos.
Guaidó pidió paciencia y sacó una lectura positiva de lo ocurrido este sábado. La primera lectura es el paso de la ayuda humanitaria por la frontera de Brasil. El paso de un primer camión.
La segunda lectura es que «sólo le quedan unos pocos». A Maduro, quien baila en Caracas «por la paz». Eso dice el chavismo mientras su policía carga contra quienes permiten el ingreso de la ayuda hiriendo a 10 personas con impactos de perdigón.
Como dijo el presidente encargado, a Maduro apenas le queda apoyo. La Fuerza Armada, la guardia, la policía… Pero ni siquiera todos. Este sábado se ha visto cómo efectivos militares se han puesto del lado de Guaidó.
Al mandatario le acompañaron el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro; el presidente de Chile, Sebastián Piñera; y el de Colombia, Iván Duque.
Hablaron los dos primeros. Y hablaron para evidenciar que Maduro no quiere paz, sino guerra.
«La dictadura hizo el cobarde y reprimió parcialmente la ayuda humanitaria», dijo Almagro. «La solución de las armas, esa es la propuesta de Maduro a la solución de paz que hemos propuesto».
«Hay un dictador que está dispuesto a sacrificar la vida de su propio pueblo para retener de forma ilegítima el poder», agregó Piñera.