Patricia J. Garcinuño (ALN).- El periodista, escritor y director adjunto de El País considera que la burla a la que ha sido sometida la oposición desde el lenguaje del poder es muy peligrosa. “Impide que se tomen en serio unos y otros”, afirma.
Cuando era pequeño, Juan Cruz se encargaba en su barrio, en Tenerife, de escribir las cartas que se enviaban a quienes marcharon a Venezuela para lograr un futuro mejor. “Las mujeres venían a verme. Yo era un chico lector y escribía correctamente, así que ellas me venían a dictar”, comenta al diario ALnavío el periodista, escritor y director adjunto de El País que en estos días presenta en la Feria del Libro de Madrid su último libro, Un golpe de vida (Alfaguara).
“A nosotros en España nos hace falta aprender democracia. En Venezuela les hace falta también”
“Siempre empezaban igual: Querido fulano, me alegro de que al recibo de ésta mi carta te encuentres bien de salud. Nosotros por aquí bien, gracias a Dios”, explica. Inmediatamente después, detallaban todas las ruinas y miserias que pasaban en el barrio, en la casa, en la familia. “Eran cartas muy desgarradas, porque era un tiempo muy duro para todas las mujeres. Estaban solas en Tenerife y sus maridos en Venezuela, trabajando muy duramente para mandar el sustento a su familia. También tenían problemas, porque imaginaban que ellos no se quedarían allí solos, tan jóvenes. De modo que era un drama el que yo narraba con las palabras de ellas”.
Tiempo después, Cruz ve a las generaciones posteriores haciendo el camino inverso, empujados por la “mala suerte” en la gestión de los recursos del país a lo largo de las décadas. “Hubo una enorme corrupción en la época digamos normal, democrática, la época de Carlos Andrés Pérez. Luego han venido, como suele ocurrir en estos casos, los salvadores de la patria. Son muy peligrosos, porque terminan creyendo que son personas que no se equivocan nunca y que aquello que hacen y dicen es lo que se tiene que hacer. De ahí viene el peligro antidemocrático que es en el que luego cayó Venezuela y en el que está ahora mismo”, explica.
El veterano periodista también ha visto la progresión de los acontecimientos del país latinoamericano a través de su propia familia: “A mí me encantaba cuando mis tíos me mandaban libros de Venezuela. Uno de ellos le regaló a mi madre una cocina de gas. Para nosotros, Venezuela era el paraíso. Mis primos estaban muy contentos de estar allí. Sin embargo, ahora no hay ningún miembro de mi familia que se encuentre feliz allí. Algunos que han vuelto”.
“Para nosotros, Venezuela era el paraíso. Sin embargo, ahora no hay ningún miembro de mi familia que se encuentre feliz allí”
La cercanía de la crisis venezolana es razón de más para que Juan Cruz se plantee cómo debería calificar lo que está sucediendo. “Me parece que no hay derecho a jugar con el destino de un pueblo por las ocurrencias de sus mandatarios. El argumento de que [Hugo] Chávez hizo mucho por los pobres… Es que empobreció a todo el mundo. Ahora mismo son pobres los que viven en Venezuela. Se dice: no, es que hay muchos ricos fuera de Venezuela. Probablemente. Pero preguntémonos por qué se van los ricos también. ¿Por qué se han ido los ricos? Los ricos no se van porque Venezuela sea un lugar en el que no se puede hacer negocios, puesto que ya ellos lo hicieron. Se van porque es peligroso hacer negocios. La demagogia ha alterado las relaciones en Venezuela”, afirma de forma tajante.
Contarle a la gente lo que pasa en Venezuela
Llegados al punto tan delicado en el que se encuentra el conflicto entre Gobierno y oposición, ¿qué se puede hacer desde fuera? “Informar. Contarle a la gente lo que le pasa a la sociedad venezolana”, responde Cruz. “A mí me da mucha rabia que ahora esto se interprete como una lucha de izquierdas y derechas. Yo creo que es una injusticia que a Venezuela se la sitúe en un debate ideológico, cuando yo creo que no hay una lucha de ideologías. Lo que hay es un ejercicio arbitrario del poder que encuentra apoyos realmente poco depurados que hacen que sea imposible el diálogo”, añade.
Por otra parte, señala que la oposición también cometió graves errores: “Lo que hizo mal en su momento fue replicar al golpe de Estado de Chávez con otro golpe de Estado. Eso es una falla de origen de la que nunca se arrepentirán suficiente. Yo creo que ahora lo que tienen que hacer es juntarse y hacer un trabajo de futuro”.
“No hay un juego democrático normal”
Sin embargo, el recién galardonado con el Premio de Honor de la Asociación de la Prensa de Madrid, considera que en el país latinoamericano “no hay un juego democrático normal”: “Hubo unas elecciones que Maduro decidió desoír. Él va a crear una asamblea popular. ¿Qué pasa, que la otra no es una asamblea organizada por el pueblo? ¿El pueblo es solo la parte que te gusta? A nosotros en España nos hace falta aprender democracia. En Venezuela les hace falta también”, afirma.
Al igual que el escritor Manuel Rivas, Juan Cruz considera que hay que ser especialmente cuidadosos con el lenguaje en casos como este: “Cuando tú empiezas a hablar con un pájaro y después hablas con una cabra es muy posible que después no aceptes hablar con las personas. Y la burla a la que ha sido sometida la oposición en Venezuela desde el lenguaje del poder, es muy peligrosa. Impide que se tomen en serio unos y otros”.
Entonces, ¿cuándo llegará una solución? “Según amigos míos, venezolanos que viajan al exterior, pronto. Yo no me lo creo, pero ojalá. Cuba está perdiendo apoyos. El único apoyo con el que cuenta ahora (Venezuela) es con el petróleo que pagan los norteamericanos, que también es una paradoja… Ojalá venga un resplandor democrático y se pongan de acuerdo unos y otros para hacer unas elecciones libres, limpias y adecuadas al difícil momento por el que atraviesa Venezuela”.