(EFE).- El rey emérito Juan Carlos I de España disfruto este viernes de un cálido recibimiento de los vecinos y amigos de Sanxenxo (Galicia, noroeste) que se congregaron en el Club Náutico de esa localidad, adonde llegó ayer procedente de Abu Dabi para participar en las regatas, una de sus pasiones, en medio de una gran expectación.
Juan Carlos de Borbón, de 84 años, viajó ayer a España procedente de los Emiratos Árabes Unidos, donde reside desde agosto de 2020, tras conocerse un escándalo financiero relacionado con el posible cobro de supuestas comisiones millonarias por las obras del tren de alta velocidad a La Meca (Arabia Saudí), entre otros asuntos, que ya han sido archivados por la Justicia.
Tras pasar la noche en casa de su amigo personal y anfitrión Pedro Campos, con quien comparte la pasión por las regatas, el rey emérito se desplazó hoy hasta el Real Club Náutico de Sanxenxo, acompañado también por su hija la infanta Elena, único miembro de su familia que permanecerá con él este fin de semana en la localidad gallega.
Allí los esperaban los más de 150 medios nacionales y extranjeros acreditados y un grupo de vecinos y turistas, que le recibieron con gritos de «viva el Rey» y «viva España».
Juan Carlos de Borbón, que camina con gran dificultad, agradeció los vítores llevándose la mano al corazón e incluso se acercó a saludar a una parte de los asistentes.
Será el lunes cuando viaje a Madrid para reunirse con su hijo, el actual monarca Felipe VI; su esposa, la reina Sofía, y los demás miembros de su familia en el Palacio de la Zarzuela, sede de la jefatura de Estado de España, antes de regresar a los Emiratos Árabes Unidos, según informó la Casa Real en un comunicado.