(EFE).- El rey emérito Juan Carlos I intentará recurrir ante el Tribunal de Apelación de Londres el fallo del pasado jueves que le denegaba la inmunidad ante la demanda por presunto acoso presentada en Inglaterra por su examante Corinna zu Sayn-Wittgengstein.
El equipo legal del antiguo monarca, encabezado por Daniel Bethlehem, indicó que pedirían «lo antes posible» a esa corte permiso para recurrir, después de que el Tribunal Superior lo descartara hoy en una audiencia.
Si el Tribunal de Apelación autoriza el recurso, la defensa pretende presentarlo antes del 30 de mayo, tras lo cual se iniciaría un proceso que ralentizaría el juicio por la demanda o incluso podría hacerlo innecesario si la corte concluye que el rey emérito goza de inmunidad en la jurisdicción inglesa.
RAZONES PARA EL RECURSO
El juez Matthew Nicklin del Tribunal Superior rechazó hoy permitir el recurso, al considerar que, tal como explicó en su dictamen del 24 de marzo, Juan Carlos I no puede ampararse en la inmunidad porque los hechos que se le imputan no fueron «actos de Estado» sino que ocurrieron en el ámbito personal.
En su demanda civil, Sayn-Wittgengstein acusa al rey emérito de haberla sometido a «acoso» desde 2012 hasta la actualidad, personalmente o a través de «agentes» a su servicio, presuntamente coordinados en ocasiones por el antiguo director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, lo que Juan Carlos I niega.
Según la demandante, esas acciones, por las que reclama una indemnización por daños y perjuicios y una orden judicial de protección, «amenazaron» su seguridad y la de sus hijos.
En contra del fallo del Tribunal Superior, el equipo del emérito sostiene que la inmunidad se aplica a su cliente porque entre 2012 y su abdicación, el 18 de junio de 2014, aún era jefe del Estado y lo que hubiera ocurrido entonces (aunque no aceptan las acusaciones de Corinna) habría sido desde una posición «oficial o de autoridad».
Bethlehem también cuestiona la opinión de Nicklin de que Juan Carlos I no forma parte de la Casa del Rey Felipe VI, aunque sea de la familia.
Y alega que el caso merece ser recurrido por «su complejidad», dado que no hay precedentes en la jurisprudencia inglesa en que un exsoberano reclame inmunidad por actos presuntamente ocurridos tanto cuando era rey como cuando dejó de serlo.
El próximo paso en este proceso dependerá de si la Corte de Apelación autoriza el recurso del emérito y si dispone que debe detenerse provisionalmente la labor del Tribunal Superior.
Los abogados de Sayn-Wittgengstein pidieron en la sesión de hoy que la parte contraria abone ya al menos parte de las costas judiciales -pidieron 230.000 libras (299.000 euros), de un total reclamado de más de medio millón por el proceso hasta ahora-, pero el juez decidió que este aspecto se puede dirimir más adelante dado que ambas partes «tienen recursos (económicos) suficientes».
REACCIÓN DE LAS PARTES
Uno de los representantes legales de Corinna, Robin Rathmell, saludó en un comunicado la decisión de hoy del Tribunal Superior, aunque el caso pase ahora al de Apelación.
«El Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra ha rechazado los más recientes intentos por parte de don Juan Carlos de frustrar el avance de la denuncia de mi cliente», dice este abogado.
«Don Juan Carlos ha indicado que solicitará autorización del Tribunal de Apelación para recurrir, pero mi cliente tiene total confianza en la decisión del juez Nicklin y hará frente a tal solicitud cuando corresponda. Hemos avanzado un paso más hacia una vista de los hechos en cuestión», afirmó.
El bufete Clifford Chance, que representa al rey emérito, señaló que éste «está muy decepcionado con la decisión del juez de hoy, ya que cree que tiene motivos sólidos y convincentes para apelar».
«En consecuencia, tomará medidas inmediatas para solicitar el permiso de la Corte de Apelaciones a fin de recurrir» la decisión del Superior, dice su nota.
En su dictamen del pasado jueves, Nicklin reconoció que, tras abdicar en 2014, Juan Carlos I «ha disfrutado de cierto estatus y privilegios recogidos en el Real Decreto 470/2014».
Pero el magistrado resolvió que el emérito, que se retiró de la vida pública el 2 de junio de 2019 y vive en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), «ya no es soberano o jefe de Estado» ni tampoco forma parte de la Casa Real de Felipe VI -aunque sea miembro de la familia-, lo que le hubiera dado el derecho a la inmunidad.
Al margen de la cuestión de la inmunidad, los abogados de Juan Carlos I también alegan que las cortes inglesas no tienen jurisdicción sobre la demanda en sí, por hechos ocurridos en el extranjero, pero este es un aspecto que se analizaría en el futuro.