Redacción (ALN).- Un joven de 23 años se quitó la vida como consecuencia de la derrota de su equipo el club Boca Juniors de Argentina ante el Fluminense de Brasil, en la final de la Copa Libertadores celebrada en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Su madre encontró el cuerpo sin vida en su habitación, ubicada en la calle Arturo de Bassi en el barrio Don Orione, en el sur del conurbano bonaerense.
Según relatos de sus familiares, Marcelo era un apasionado hincha que vivía intensamente cada partido, sin embargo, no pudo soportar la derrota. Su progenitora comentó en una entrevista que su hijo, lleno de amor por Boca, se sumía en la tristeza cuando su equipo perdía.
“Boca era su pasión, su vida. Sentía que lo más grande era Boca”, expresó entre lágrimas.
El hombre identificado como Marcelo Morales, era policía de la ciudad de Buenos Aires y se disparó en la cien con su arma de reglamento, reseñó el medio Crónica TV.
«Boca es una basura, porque a mi hijo me lo mataron. Por eso se mató mi hijo por Boca. Yo ahora no lo tengo y no hay ningún jugador, no hay nadie que a mí me dé el pésame», agregó la madre.
Se suicidó porque perdió Boca la Copa Libertadores. Es un montón… pic.twitter.com/6DQQv0AAv8
— Kevin Urdaneta Durán (@UrdanetaKev) November 5, 2023
Semanas antes había anunciado que si Boca Juniors perdía se mataría
La madre de Marcelo también reveló que, semanas antes, él bromeó con su padre sobre las consecuencias de una derrota. “Si Boca no gana el 4 de noviembre, me mato”, dijo.
El día del partido, Morales se encontraba con su padre y un primo.
“Cuando me fui de la casa, al rato me llamó la hermana diciéndome que se había pegado un tiro. Todos los partidos que miraba con él estaba loco, era muy fanático”, señaló su primo.
Con información de Meridiano