Daniel Gómez (ALN).- “Si uno entra sano a un cuartel de la policía y siete días después se muere sentado en una silla de ruedas es que algo ha pasado”. Es Josep Borrell, ministro de Exteriores en funciones de España, y en noviembre, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, hablando de la muerte del capitán venezolano, Rafael Acosta Arévalo.
El canciller español, Josep Borrell, habló este martes por teléfono con el embajador de España en Caracas, Jesús Silva. “Le expresé las protestas y las exigencias de todo lo que pasó”, dijo este miércoles en entrevista con radio Cadena Ser.
Lo que pasó fue la muerte del capitán de corbeta, Rafael Acosta Arévalo, tras un interrogatorio en la Dirección de Contrainteligencia Militar, organismo controlado por el régimen de Nicolás Maduro. Una muerte que acaba de paralizar las negociaciones que Juan Guaidó y Maduro habían iniciado en Noruega.
“Hay una negociación en curso que se ha interrumpido por la desgraciada muerte de un oficial del ejército detenido un día y que siete días después llegaba al tribunal y fallecía in situ”, dijo Borell. ¿Fue torturado?, le preguntó el periodista de Cadena Ser. “Si uno entra sano a un cuartel de la policía y siete días después se muere sentado en una silla de ruedas es que algo ha pasado”.
En la conversación con el embajador, este informó a Borrell que “dos oficiales de la policía venezolana fueron detenidos y acusados de homicidio”. Cosas así, agregó, “hacen inviable el mantenimiento de la situación en Venezuela”.
¿Y cuál es la situación en Venezuela? Borrell habla de la existencia de dos presidentes. El que España y la Unión Europea reconocen: Guaidó. “Le reconocemos como un presidente con un encargo específico: convocar elecciones presidenciales”. Y luego: “el presidente Maduro que no reconocemos pero que ahí está”.
Sobre Guaidó aclara “que no ha conseguido hacerse con el control de la administración, ni del ejército ni del territorio”, por lo que “sin el control del país no podrá cumplir su encargo”. Por suerte, apunta, “hay una negociación propiciada por Noruega” de la que “se alegra mucho”. “En Venezuela nadie quería hablar con nadie”.
No obstante, esa negociación, como dijo, se ha roto por la muerte del capitán. Cabe destacar que Borrell habla exclusivamente como ministro de Asuntos Exteriores. Aunque este martes fue propuesto para jefe de la diplomacia de la UE, cargo que asumiría en noviembre, precisó que sus opiniones no deben asociarse con ese cargo porque aún no ha sido ratificado por el Parlamento Europeo.