Daniel Gómez (ALN).- En Estados Unidos 80 congresistas demócratas le pidieron al presidente, Joe Biden, “volver rápidamente” a la política de deshielo que inició Barack Obama con Cuba. Pero esto ahora mismo no es una prioridad para su administración.
“Un cambio de política hacia Cuba no se encuentra actualmente entre las principales prioridades del presidente Biden”, dijo este martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Esta es la respuesta del gobierno de Estados Unidos a la petición hecha por 80 congresistas del Partido Demócrata la semana pasada.
Bobby Rush, Gwen Moore, Barbara Lee, Steve Cohen y otros representantes demócratas le pedían al mandatario regresar a las políticas de deshielo iniciadas durante el gobierno de Barack Obama. Un cambio de relaciones en el que, cabe recordarlo, Joe Biden, entonces vicepresidente, jugó un papel protagonista.
“Con un trazo de su bolígrafo puede ayudar a las familias cubanas en dificultades y promover un enfoque más constructivo al volver rápidamente a la política de compromiso y normalización de las relaciones de la administración Obama-Biden”, le dijeron los demócratas a Biden.
Como dijo Psaki, el deshielo con Cuba no es una de las prioridades inmediatas del presidente. Esto no quiere decir que no existen planes para La Habana.
“Nuestra política, en lo que respecta a Cuba, se regirá por dos principios”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca.
“Primero, el apoyo a la democracia y los derechos humanos será el núcleo de nuestros esfuerzos a través del empoderamiento del pueblo cubano para que determine su propio futuro. Segundo, los estadounidenses, especialmente los cubanoamericanos, son los mejores embajadores de la libertad y la prosperidad en Cuba”, explicó.
En la carta, los 80 congresistas insisten en reiniciar el diálogo con Cuba. En abrir las vías diplomáticas “para explorar áreas de interés mutuo como la salud y la seguridad”.
También le sugirieron cambiar el personal de la embajada estadounidense en La Habana y revocar la última decisión del expresidente Donald Trump sobre el país caribeño: volver a incluirlo en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. “Una decisión politizada de la administración saliente”, dijeron los representantes demócratas. No hay que olvidar que, en 2015, Obama retiró a Cuba de esa lista precisamente para promover un cambio político en La Habana.
Sobre este punto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca dijo que el presidente Biden revisará las decisiones de Trump sobre Cuba.
“Estamos comprometidos a hacer de los derechos humanos un pilar central de nuestra política estadounidense, y estamos comprometidos a revisar cuidadosamente las decisiones políticas tomadas en la administración anterior, incluida la decisión de designar a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo”, dijo Jen Psaki.
El caso es que Biden no tiene prisa en promover un cambio en la relación con La Habana. Y prisa tampoco tiene en el otro foco abierto en la región de América Latina y el Caribe: Venezuela. Varios funcionarios de la Casa Blanca han confirmado que levantar las sanciones económicas contra Caracas no está entre las prioridades del presidente Biden pues las usará para forzar al régimen de Nicolás Maduro a iniciar un diálogo “sincero” con la oposición.